sábado, 16 de junio de 2007

Poesía para todos

Hay cosas de uno que es mejor no decirlas. En mi caso, he declarado en varias oportunidades y en diferentes lugares que no me gusta la poesía. Cada vez que lo hago (cada vez menos, prefiero morir callao) surge un silencio incómodo, las miradas de los presentes se posan sobre mí: unos con odio y otros con lástima, se escuchan como lamentos y movimientos de cabeza desaprobatorios. Me parece que es mejor decir que se le tiene arrechera a la madre al aparentemente inofensivo “no, es que a mí no me gusta la poesía”. Franco, mi hermano querido del alma, llegó a decir como para protegerme de mis mismas declaraciones, que eso no podía ser posible, que una persona con mis características intelectuales (sic!!!) tenía a juro que leer mucha poesía, ergo (según él) yo leo mucha poesía y además me gusta, lo que pasa es que como uno es un odioso y mardito dice eso puro por joder. Pero no… no le hagan caso a Franco, los que lo han oído, digo.
Por eso, aprovecho todas las ventajas que ofrece tener un blog en cuanto a la libertad de expresión y declaro que no me gusta la poesía, me parece una gran pérdida de tiempo. Otra cosa que me molesta y me desagrada de la poesía, es que cualquiera se cree capaz de hacerla por lo fácil que es. Si uno se pone buscar todos lo libros de poesía publicados en este país antes de Chávez, cuando no se publicaba un coño, no termina de encontrarlos todos. Si les hacemos una prueba de calidad, nos daríamos cuenta de que fueron publicados por alguna razón que nada tiene que ver con el arte o con la belleza. Generalmente es un pana que tiene acceso a una editorial o a un “fondo editorial” y lo único que encuentra pa publicar es a un coño que le dicen “El Poeta”. La verga es tan jodida en esos fondos poético-editorial que no aplican la operación colchón. Es posible que haya influido la cantidad de poetisas feas que hay y la ausencia de poetisas de complexión poética.
Hay algunos poemas que me gustan, no se crean; hay algunos poetas que idolatro también, pero lo que es la poesía, verga, me cuesta tanto leerla, tantísimo digerirla y tantitísimo entenderla que no sería incapaz de leerme un libro entero de poesía, a menos que sea de Ernesto Cardenal o de León de Greiff.
Les presento, de todas formas, uno de esos poemas que todavía no me explico por qué coño no lo escribí yo.

Poemo (1995)*

De Jesús Lizano


Me asomé a la balcona
y contemplé la ciela
poblada por los estrellos:
Sentí fría en mi caro
me froté los monos
y me puse la abriga
y pensé: qué ideo,
qué ideo tan negro.
Diosa mía, exclamé:
qué oscuro es el nocho
y qué solo mi almo
perdido entre las vientas
y entre las fuegas,
entre los rejos.
El vido nos traiciona,
mi cabezo se pierde,
qué triste el aventuro
de vivir. Y estuve a punto
de tirarme a la vacía ...
Qué poemo.
Y con lágrimos en las ojas
me metí en el camo.
A ver, pensé, si las sueñas
o los fantasmos
me centran la pensamienta
y olvido que la munda
no es como la vemos
y que todo es un farso
y que el vido es el muerto,
un tragedio.
Tras toda, nado.
Vivir. Morir:
qué mierdo.


*Dedicado a quienes se empeñan en hacer literatura de género.

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