miércoles, 28 de octubre de 2009

Mardita Justicia, te quedaras ciega...

Mi compadre Withfáther y este servidor solemos mamarle gallo a todo el que se nos atraviese con la frase “Chávez va a acabar con este país”. De tanto repetir y saborear la frasecita le hemos buscado sus interpretaciones y lecturas así que con toda propiedad podríamos decir que es ése el lema de la gloriosa organización de brasas El Rincón de los Aburridos®. Insto a Juancho Sotillo a que revele cómo se diría en latín Chávez va a acabar con este país, para ponerlo como lema de la gloriosa organización en el escudo que próximamente haremos diseñar por medio de un concurso público y ad honórem, como es debido. Lo cierto es que tenemos que ayudar a Chávez a acabar con este país, pero no a la manera de las compañías mineras que invaden la sierra de Perijá o las compañías petroleras en la faja del Orinoco sino a acabar con el país de la corrupción, de la impunidad, del racismo, de la exclusión y cuanta mierda de ésa exista en las relaciones del güevón pelabola como uno y el Estado mesmo. Recuerdo, por si acaso (hay mucho mardito por ahí suelto desprestigiando al más pintao. Ya a mí, que soy un ser anónimo y gris y que a la únicas organizaciones que pertenezco son el Psuv y El Rincón de los Aburridos® y todas sus subsidiarias, ya me acusaron de ser espía de Provea. En este caso supongo que lo hacen para desprestigiar a Provea, cosa que me parece muy bien, pero podrían buscarse a otro güevón), que el Estado mesmo y Chávez no son la misma cosa, sobre todo tomando en cuenta que en la República Bolivariana hay la bicoca de ¡cinco poderes! Desde estas, no me canso de repetir que no me canso de repetirlo, gloriosas páginas mantenemos la postura firme y erecta de con mi Chávez no te metas. Cuidao con una verga.

Hay tres temas que evito discutir con desconocidos, sexo, religión y política. En los dos primeros temas pareciera haber consenso intergaláctico, pero en lo referente a la política la cosa se torna más flexible. Cuando me toca un caso patológico de mardito que insiste e insiste en hablar de política (en principio trato de evitar estos escarceos nada amorosos porque me conozco y sé que me puedo poner pesao y desagradable) apelo a mis fragmentarios y muy precarios conocimientos de historia de Venezuela y con eso los enredo y les mamo gallo. Además cuento con mi experiencia vital en Barrio Adentro, Misión Sucre, Misión Cultura y cuanta forma de acabar con este país se le ocurra a Chávez. Tengo mucho pana chavista que ni de verga se aparece por un consultorio de Barrio Adentro ni por un CDI, ni que lo lleven emburrundangao; los hay que se quejan de los horrores odoríficos del metro a las horas pico con ese poco e negro sudao y apretujao, los que beben güisqui y paro yo de contar porque me voy del tema y las crónicas me salen como de 4 páginas a tamaño 12 y eso no hay quien se lo cale. Lo cierto es que hay mucho funcionario (desde que accidentalmente y en contra de mi voluntad habito en la capitalera y capitalista Caracas he visto con asombro lo que puede llegar a ser un funcionario si se lo propone) reconstruyendo y restaurando este país que junto a Chávez nos empeñamos en destruir, el país de la mediocridad, del chanchullo, el país sin imaginación. Con el poder que muchas veces detentan los funcionarios marditos, atropellan y joden al que se les atraviese sin ninguna consecuencia por sus comprobadas arbitrariedades. Fíjense lo que pasó últimamente con mi compañera de partido Mairim, la coñaciaron, la mantuvieron casi un mes presa y sobreseyeron su causa, pero ¿y los coñaciadores? Ningún funcionario, por cierto, dijo que se abrirían investigaciones ni nada, dijeron en cambio que ningún funcionario (a la final todos son funcionarios) había torturado a nadie, que los detenidos se lo merecían por malandros y que el estado de derecha, perdón, de derecho imperaba en la república. Si eso ocurrió en Caracas, qué no puede ocurrir, por decir un ejemplo totalmente malicioso y tendenciero, en la sierra de Perijá en territorio ancestralmente yukpa.

Los hermanos indígenas, como se sabe, son víctimas de un racismo atroz e incongruente con los principios básicos de cualquier revolución, sea ésta pacífica o verdadera. Sería interesante saber qué proporción de la población carcelaria ocupan los hermanos indígenas, algunos funcionarios quieren sumar a Sabino a esas racistas estadísticas. En mi Maracaibo florido, a orillas del Coquivacoa, los wayuu son un claro ejemplo de lo que hablo. Para ellos sólo hay unos pocos oficios, siempre serviles y duros, cachifa, albañil, jardinero, vigilante privado, buhonero, chofer de bus, colector de bus. En Pdvsa no los contratan de nada, absolutamente de nada, cosa que se puede comprobar en cualquier dependencia de la petrolera en Maracaibo. Ese de nada es muy relativo, porque seguramente buena parte de la interesante nómina de Pdvsa contrata con sueldos de mierda a cachifas y albañiles, mientras que sus carros son cuidados por un wayuu con escopeta y uniforme de colegio militar. Fuera de la ciudad la cosa empeora y ya la cosa se va volviendo tierra de nadie donde puede pasar (y pasa) cualquier cosa.

Este racismo contra los indígenas es tan escandaloso que da más asco que el empleado alguna vez por los ingleses y holandeses en Suráfrica. Las visitas a las comunidades indígenas debe hacerse con comida para darle a los desnutridos aborígenes. La situación ha empeorado desde los tiempos de la invasión encabezada por Colón, cuando él llegó los habitantes le ofrecieron comida y obsequios al almirante cuya tripulación venía de lo más escoñetada y desesperanzada. Me pregunto si en Caracas se calarían al secretario general de Bandera Roja como funcionario del gobierno nacional como es el caso de Mauro Carrero en la Comisión de Demarcación de Tierras Ganaderas (ni de verga se va a poner la rata ésa de parte de los indígenas ni de sus tierras), pero en territorio yukpa esto ocurre sin problema porque total, son indios, gran verga. Como ando con el tema carcelario atravesao me pregunto cuántos blancos hay en la cárcel por haber matado a indios. Supongo que el caucásico tendría que ser muy pobre y el indígena muy rico para que esa situación se dé, si es que se ha dado alguna vez en nuestra convulsionada historia política republicana. No creo que haya dado ni un caso porque de haber sido así la gente lo recordaría y formaría parte del refranero popular. He visto cómo muchos funcionarios los maltratan, les maman gallo, los excluyen y los ignoran. En Maracaibo, frente a Panorama, Delicias con Padilla, como quien dice, están diariamente mujeres indígenas, no sé si yukpa o barí, con un verguero de chamos de todas las edades, pidiendo limosnas. Los descendientes de los mismos que tenían perlas y su bling bling de oro cuando Colón llegó a cagarla, pidiendo limosnas, descalzos y llenos de escabiosis. Definitivamente la situación les ha empeorado, pero aunque nadie lo imagine, puede empeorar aún más.

La frase “por culpa e Chávez” ya forma parte de la imaginería popular y es la respuesta hasta para la sequía o las inundaciones. Pero a veces ocurren eventos que sí son culpa e Chávez y uno ni percibe que así sea, el ejemplo de lo que está aconteciendo en territorio indígena en el estado Zulia es culpa e Chávez. Él dijo que entre ganaderos e indígenas se ponía de parte de los indígenas y que la explotación del carbón no iba, a menos que le demostraran que no impactaba en el medio ambiente. Dicho esto, tanto los panas indígenas como los ecologistas chavistas recalcitrantes y del ala extrema nos pusimos la tarea de hacer cumplir el mandato del camarada Chávez, autor intelectual de todo este peo, que no es más que el peo del carbón y el de la demarcación de territorios indígenas. Qué más puedo hacer yo sino exigirle a los funcionarios que hagan lo que el comandante dice, que dejen de sacar el carbón, que saquen a los ganaderos, que no les paguen bienhechurías un coño a esa cuerda de asesinos, que nos pasemos por el forro el estado de derecha, que acabemos con este país.

El caso de Sabino para el pelo. Para empezar la más alta distinción que se le puede hacer es llamarlo simplemente Sabino, sin el hermano, cacique o maestre de campo. Su papá, un señor de más de 100 años, fue asesinado por órdenes de los ganaderos. De esto hace poco más de un año. El motivo del asesinato, no me lo van a creer, fue el robo de ganado, el abigeato. Desde hace bastante tiempo que andan con el güevo del abigeato y no demuestran ni comprueban nada, pero la acusación persiste y cada día como que tiene más fuerza. ¿Se imagina alguien de la ciudad o del campo que su casa sea allanada seis veces al mes y durante un año y nunca consigan nada y la cuestión continúe? Un momento, diría uno, aquí hay una constitución, unos derechos y hasta el funcionario más arrecho tendría que desistir al cuarto allanamiento. En territorio yukpa no hay güiro, como decimos en Caracas. El ejército llega a la hora que le da la gana en busca del ganado de los amitos y nunca lo encuentra pero Sabino no tiene los mismos derechos que los demás, así que lo ladillan y ladillan. Lo han acusado de manera pública e irresponsable de violador, pero quién ha visto indio con derecho a su honor y a su dignidad. Injuria sería en otro caso, bueno, en otro cualquier caso que no incluyera a un indio de mierda como presunto agraviado. Lo de presunto es un recurso barato mío para darle como más peso a la oración, pero de presunto no tiene un coño, lo llamaron así mismo, violador, ladrón de ganado e invasor de fincas; es como si en el gobierno de Bush le dijeran terrorista, pa Guantánamo iba a dar el indio de una.

Ahora a Sabino se le suma en el expediente forjado el cargo de homicidio agravado con alevosía, ventaja y en descampado. Mientras perdéis el tiempo leyendo estas líneas, Sabino está en una guarnición militar, incomunicado, con la misma ropa que tenía cuando salió del hospital y sin poder hablar con sus abogados ni familiares. En estas dos oraciones se ha violado por lo menos la mitad de la Constitución Bolivariana, por la que no me consta haya votado Sabino, pero yo sí. Tienen encanados a otros panas yukpas de la gente de Sabino a quien han de quitarle nuevamente su tierra, así como se la quitaron a sus ancestros no tan lejanos. Hay todavía dos prófugos y, según lo que se filtró del canal más pavoso de la bolita er mundo, vIvE tebé, están acusados por instigación a delinquir. Según el no menos pavoso ministro Tarek se trata de dos hermanos indígenas, pero se trata de dos hermanos que parecen indígenas por su terquedad, su paciencia y la claridad en sus objetivos y, la certeza de que trabajan por la justicia aunque ésta se les ponga en contra. Quieren encanar a Lusbi Portillo y a Kely Amundaray, que no son indígenas pero tienen una cara e guajiros malandros que no se las brinca un venado. Lo de Lusbi si se quiere se explica, tiene todos los años del mundo acompañando a los yukpas en sus luchas; ha sido acusado de agente de la Cía, de anarquista, de agente de oscuros intereses, de terrateniente (esta acusación fue de lo mejor, Lusbi propuso entonces que le demostraran dónde tenía las tierras que él se las dejaba expropiar y no exigía ni bienhechurías), de trabajar para una empresa carbonífera que no resultó favorecida, con razón, en un licitación y de lector de este blog. Lo de Kely ya me parece totalmente traído de los cabellos, no es de las más marditas ni incontrolables del grupo (aclaro que también pertenezco al círculo de panas de ambos y que si bien somos incontrolables, no somos descontrolados, casualmente, nuestra común incontrolabilidad va por los mismos lados, la de acabar con este país) que acompañan más activamente a los panas yukpas. Cuando acusan a Chávez de cualquier mariquera, como que está generando una carrera armamentista con bases gringas en Colombia, todos lo defendemos. Cuando los acusados son unos indios que como que no aparecen en la constitución, nuestros dedos siguiendo la impronta de los que trajo Colón, los señalan, los acusan y los condenan.

La acusación a Kely y a Lusbi me parece, además, racista. Los indios no son capaces por sí solos de organizarse y tomar sus decisiones soberanamente, tiene que haber algún elemento de inteligencia del que ellos carecen, así que eso tuvo que ser obra de elementos exógenos, de gente blanca o por lo menos culturalmente blanca. Estos agentes de la Cía buscan desde impedir que se exploten las riquezas minerales para que los gringos se queden con ellos, hasta que están involucrados con el narcotráfico, todo eso mientras engañan a los ingenuos hermanos indígenas con el cuento de tierras ancestrales, educación intercultural bilingüe o Misión Cultura.

El racista se odia a sí mismo, cosa que queda demostrada con el caso de los yukpas. Seguramente los funcionarios que tratan de silenciar el problemón que hay en sus tierras y hacen todo lo posible por sabotear y engañar, están de acuerdo con el Ejército Zapatista, se desgarran las vestiduras por los mapuches, están en contra de la masacre en Pando y a favor de los indígenas peruanos que fueron masacrados por la gente de Alan García. Las luchas de Méjico, Chile, Perú o Bolivia sí pueden ocupar primera plana y tiempo televisivo, Sabino es acusado a las 4 de la madrugada sin intérpretes y confinado en una instalación militar. De eso no habla nadie en Vtv, mucho menos en vIvE y el manto del silencio cayó sobre Ávila Tv: la línea es no se puede hablar de los yukpas del coño esos, ustedes no entienden políticamente la naturaleza del problema, dejen eso así y cállense. Preferimos mostrar los indios de afuera a los nuestros propios y autóctonos, los problemas de nuestros hermanos indígenas venezolanos nos son más ajenos que los de los hermanos indígenas peruanos, chilenos, bolivianos o mejicanos. Sabino está preso y las tierras de sus antepasados a merced de los asesinos watías que como zamuros deben estar volando bajito. No sé si alguien se ha preguntado qué pasa cuando el cacique se ausenta pero sigue vivo. No creo que los yukpas tengan prevista esa eventualidad ¿el cacique preso?

El juicio que le tienen montado a Sabino hace temblar de envidia a los que han sentido en carne propia lo lenta que es la justicia. Pongo por ejemplo el juicio del pueblo de Maracaibo representado por mi compadre Withfáther contra Canal Seta: lleva años y años y ni el juicio comienza (ya hay carteles de citación y todo), ni el canalcito sale al aire. Por cierto, cuál será la posición de la invisible estación televisiva comunitaria de Maracaibo en relación a la mala suerte inducida del cacique Sabino. A la dignidad la acusan en un idioma extraño, jueces extraños y racistas disfrutan perversamente de la justicia, cuerpos policiales corruptos y paracosos encuentran y recolectan las pruebas en su contra: el padre De las Casas debe estar de parte de Sabino, las cosas no han cambiado mucho si descontamos lo de la comida ofrecida al mentor de los ganaderos, Cristóbal Colón.

Confieso mi total desconocimiento de las simbologías, usos y costumbres de mis panas yukpas pero tengo serios indicios de que ellos resuelven algunos problemas a coñazo limpio. Dos carajos desarmaos se caen a piña hasta que se cansan y se van, la vaina es medio salvaje y primitiva, pero es una costumbre de ellos y hay que respetarla (confieso que no me parece mala la idea y que deberíamos pensar seriamente en adoptarla, por lo menos, en el derecho laboral) y no permitir que venga cualquier güevón a decir en el primer blog de mierda que uno se encuentra que es una costumbre salvaje o primitiva. Cuando a Sabino lo visita el ejército acompañado de pacíficos funcionarios (para esta ocasión armados y con los hierros bien visibles) para preguntarle por el ganado robado, extraviado o perdido de los amitos, el hombre se aparece con una corona de plumas, la cara pintada de negro, arco y flechas de guerra. No sé qué significa toda esa simbología ni por qué la emplean pero sí puedo hablar de su franela, porque Sabino no anda con el torso desnudo sino con una franela que dice UH AH Chávez no se va, una franela que no se parece en nada a las que salen en la tele cuando hay marcha: nuevas, planchadas e impecables; la de Sabino está descolorida, curtida y con el cuello estirado. La gente que lucha por los ideales del Ché y sus maestros no tiene mucho gusto para vestirse y tengo entendido que Chávez es uno de ellos. Sospecho que el problema se reduce a la manera de vestirse y los sastres del gabinete que hacen los trajes de la sierra de Perijá, más que malos sastres son peores desastres.

Para terminar de una buena vez con esta perorata redundaré en lo del racismo contra todos los indígenas en general y contra Sabino y su gente en particular. Los acusan de abigeato, buscan las vacas y no aparecen. Lo vuelven a acusar, vuelven a buscar las vacas, y de nuevo no aparecen ¿se imagina algún citadino que la policía le allane la casa en busca de un carro robado, no aparezca y sin embargo regresen cada vez que les dé la gana a buscar el cuerpo del delito? Me enteré que eso se llama, en las ciudades, hostigamiento; en territorio indígena, en todo caso, no se llama así, pero ocurre tantas veces como a los ganaderos se les ocurra difamar e injuriar (esos delitos están tipificados también en las ciudades) al nunca presunto inocente Sabino. Agrego que todo el procedimiento se hace en el idioma, según las leyes, usos y costumbres de los watías, de los invasores.

La crónica pasada dije que por razones que no iba a comentar compartí con mis panas Gloria Jusayú y Sabinito. Me veo en la obligación de comentarlo por culpa de los marditos watías; gracias al invasor los indígenas no tienen ni privacidad. Exactamente la semana anterior al nefasto Día de la Raza empapelado de títulos de tierras chimbos, estuvieron haciendo un curso en el Cenac, actividad de la que hay constancias, fotografías y certificados. También hay registros del hotel en el que los trataron como ya dije: hijoepúticamente paternales. Se regresaron por tierra así que en la empresa de transporte deberían tener otras constancias de su estadía y permanencia en la ciudad de la que vienen todas las maldiciones para ellos ¡Coño e la madre! ¡Yo los vi y hablé con ellos! ¿Por qué insisto tanto en hacer público un asunto totalmente privado? No me lo van a creer, pero a Sabinito lo acusan de haberse robado, junto con su padre, las famosísimas 200 vacas de los amitos (ya hay rumores que revelan el tipo genético de los bovinos extraviados, son de la raza Gasparín) precisamente los días en que estuvo haciendo el curso en el Cenac, el Centro Nacional de Abigeos y Cuatreros, según la lectura de los ganaderos asesinos, de los marditos watías.

viernes, 16 de octubre de 2009

Mardito martes trece (primera parte)



En estos días unos gochos publicaron en un panfleto un artículo sacado de este blog sin mi autorización, conocimiento ni permiso, como debe ser. No les voy a negar que la vanidad y la autoalabanza justificada (¡el panfleto se publica en internet!) se posesionaron de mi alma y que eso y nada más que eso, la vanitas vanitarum pues, es lo que me mueve para escribir estas chucutas líneas. Por otro lado alguna gente que trabaja o ha trabajado conmigo y lee estas, no me canso de repetirlo, gloriosas páginas me ha dicho que si escribo tanta mierda en los trabajos, por qué no hago lo mismo con más frecuencia en el blog. La vanidad y mis 15 minutos de fama me dicen que escriba entonces como lo hacía otrora en la abn: mal y rápido o, en el peor de los casos como lo hago ahora en Ávila Tv: peor y más lento. El tema de Bulevar dossier era el 12 de octubre, el día de la rasa y, me pusieron a compartir página con el camarada Gaddafi, honor que ni de verga merezco pero que igual mi maldito ego me obliga a agradecer.

Por razones que no voy a detallar socialicé casi una semana con unos panas indígenas de diferentes partes de la República Bolivariana aquí en Caracas y fui testigo (de excepción debería decir pero ya mi Narciso interno me susurra que sería demasiado) de la manera tan paternalmente mierda como eran tratados por sus connacionales blancos. De manera muy considerada (como dice mi abuelita) les explicaban en el hotel que el agua del guáter no se bebe y que en las habitaciones están prohibidos los sacrificios de animales. A la final los caraqueños se daban cuenta de que eran indios buenos y no marditos indios o indios coñojesumadre, como les dirían en Caracas. La categorización entre indios buenos y marditos indios se me ocurrió después de oír los cuentos de una amiga muy querida wayuu que cachifió que jode. Una vez me estaba contando cosas en una cola del banco en una sucursal mollejúa en la que habían gigantografías de hermanas indígenas con rasgos poco indígenas, en manta y maquilladas; mi amiga sin maquillaje estaba vestida con bluyín, gomas y franela: una guajira buena en el afiche y una mardita guajira que en cualquier momento saca una metralleta y atraca el banco. Ella, tiempo atrás, cachifiaba a que unos árabes ricos {me imagino que Sandra, que es como se llama esta amiga, mientras explotada vendía su fuerza de trabajo, se pondría con toda razón del lado de los sionistas} y en un apuro económico los tumbó y no volvió más). El caso de Sandra ilustra perfectamente lo que de manera tan imperfecta trato de explicar: por una emergencia se vio obligada a realizar un saqueo popular totalmente justificado, de alguna manera debía cobrarse cesta tiques, horas extras, fines de semana y una constelación más de deudas y prácticas feudales en su contra. Pasó de ser “es guajira pero es trabajadora” a “mardita guajira ladrona ésa”. En el caso de mis panas (en el grupo de camaradas indígenas estaban Gloria Jusayú, que estudió conmigo en mi breve y poco fructífero paso por LUZ y Sabinito, el hijo de Sabino) todos se comportaron como indios buenos en Caracas, pero sospecho que en su hábitat natural no. Marditos alijuna, chotos, criollos, invasores, blancos hijos de puta. Mardita plaga.

En el Panteón le rindieron honores al cenotafio de Guaicaipuro y cantaron el himno en pemón (explico porque hay mucho mardito que no lee. El “cenotafio de Guaicaipuro” no tiene nada que ver con, digamos, el “adefesio de Coromoto” o el “ridículo de Guadalupe”, que yo sepa Guaicaipuro no creía en vírgenes. Un cenotafio es una tumba simbólica (yo la llamaría asomática) que no contiene las cenizas del titular. En una situación similar se encuentran Bello y Sucre, mientras que Miranda está en una situación idéntica ya que sus restos tampoco se sabe dónde están, aunque al parecer la doctora Bohórquez con su proverbial olfato mirandero dará con ellos. Para los lectores extranjeros o muy incultos aclaro que “pemón” es uno del verguero de idiomas que se habla en esta contradictoria patria, me imagino que debe ser más antiguo que el español y todo). Uno, que tiene sus tendencias bastante ocultas al marditismo se pregunta, cómo se dice, no digo en pemón, en jivi, en wayunaiki, en kariña o piaroa “empíreo”, o “yugo” o “despotismo”. Ese acto en el Panteón me recordó, más que la resistencia indígena, el Día de la Raza. A cualquiera le parecería que están reconocidos y garantizados los derechos de los verdaderos dueños de este territorio simplemente por cantar las gloriosas notas en el mausoleo de la patria. La verdad mardita es que no tienen tierras, están desnutridos, el desempleo y el alcoholismo los rejode cotidianamente, el sicariato los acompaña hambriento, un sinfín de enfermedades curables los diezman y, lo peor de todo otra vez en un 12 de octubre, el contacto con el mardito y emprendedor blanco, así sea en el Panteón, con la mirada atenta de El Libertador y el verbo florido de Cilia Ídem.

El hijo ilustre de Las Morochas, Johnny Salcedo, me comentó en una oportunidad una idea que se le había ocurrido con respecto al día de la rasa. Eso de llamar al día de la rasa “Día de la Resistencia Indígena”, a nuestro entender (y debo agregar que Johnny es un tipo muy brillante y leído), es una ridiculez mayúscula. Él propone llamarlo “El Día de la Gran Sortija” y yo estoy completamente de acuerdo.

Siento una voz que me dice que el párrafo anterior quedó falluto. Os aseguro que fue a propósito para probar la técnica del párrafo incompleto, subterfugio literario que sirve para crear cierto suspenso, claro, para eso hace falta un tema arrecho y un protagonista oriundo de Las Morochas no ayuda mucho, aunque creo que en este caso me salió medianamente mediocre porque pudo quedar peor. Una sortija es el golpe que se da con un puño que tiene el índice estirado sobre la palma de la otra mano que está abierta pero con los dedos pegados, menos el pulgar que hace un ángulo de 90º con el índice respectivo, de manera que el índice indicado de primero quede entre el pulgar y el otro índice. El golpe debe ser sonoro. Cada día de la rasa, en vez de estar tumbando estatuas (eso le resta espacio a los grafiteros para expresarse) los verdaderos revolucionarios nos reuniríamos en cada plaza Colón, Alfíger, Ojeda o cuanto genocida español que sea, para hacerle sortijas al estatuado entre tragos de cocuy y de chirrinche. Se pueden organizar coreografías sortijísticas y sortijoterapia, esas bebidas rituales lo ponen a uno muy creativo. Estas reuniones se pueden politizar y de ellas pueden salir círculos de estudio dedicados a la vida, atrocidades y asesinatos del que por esos mismos actos se encuentra inmortalizado sobre un pedestal. Mientras no se instaure el 12 de octubre como Día de la Gran Sortija y se continúe celebrando como un circo protocolar o con entregas apresuradas de tierras chimbas (como ocurrió en territorio yukpa) lo seguiré llamando día de la rasa.

Ahora, lo que ocurrió el martes 13 en territorio indio contra Sabino Romero me convence de que hay que llamarlo Día de la Raza. A sabino le hacen una guerra mediática en la que lo acusan de abigeato desde hace tiempo. Resulta que según esas sesudas noticias Sabino se robó unas 200 reses hace poco, pero aproximadamente un mes atrás se robó 60 becerros. Tengo algunas preguntas odiosas que hacer y a lo mejor algún caraqueño revolucionario, de esos que dicen que Lusbi es agente de la Cía y que se trata de un problema interno entre yukpas, me la contesta. ¿Cuánto espacio ocupan 200 reses? ¿será que hacen mucho ruido? ¿cuánta gente hace falta para manejarlas? En serio, tengo entendido que para la casa de Sabino no es nada fácil llegar solo, con 200 reses debe ser más que imposible. Lo de los becerros ya pertenece al mundo de las fantasías del Matacuras mesmo: las reses uno las lleva pa un sitio y todas cogen como si fueran un rebaño al mismo sitio, cosa que no ocurre con los becerros: son de un espíritu más anarquista y cada uno salta por su lado y no hay rebaño posible. Esta pastillita pecuario-cultural está dirigida a todos esos que toman decisiones y tiran línea desde una silla ejecutiva de tres mil bolos con aire acondicionado. El trabajo de ellos, sin embargo, no es ése sino defender a Chávez (como si él no se supiera defender solo) de las mentiras de la prensa. Lo del abigeato de Sabino parecen vergas de Alan García pero el que las dice es otro yukpa llamado Olegario Romero. Sabino fue el martes 13, en son de paz, a pedir explicaciones.

Abigeato es de lo que acusan, precisamente, a Garabombo el Invisible, libro de Manuel Scorza que le recomiendo a todo el mundo porque pareciera que todo lo que planean y desde siempre hacen los ganaderos contra los yukpas estuviera ahí escrito. Garabombo, a diferencia de Sabino, sí era un indio mardito, de los que estuvo preso por no dejarse joder, de los que recuperan su territorio a plomo limpio, de los que dejan su ejemplo y en esto último sí se parece a Sabino. Al yernode Sabino, Hébert García, lo coñació la gente de Olegario (el mardito ése debería llamarse Malincho) y le advirtieron que no siguieran robando el ganado de los amitos.

Otro argumento de gran peso y veracidad es el referente a que el problema es entre indios y que como el refranero popular dice que los indios no se tiran flechas entre ellos, hay que rodear la zona con el ejército y no dejar ni que levanten el cadáver de una de las dos víctimas mortales, Hérbet García, casualmente el que mató Olegario Romero, quien casualmente está ileso. Lo mismo ocurre cada vez que hay una guerra por la simple sospecha de que hay un recurso natural, como ocurrió en la Guerra del Chaco, entre Bolivia y Paraguay, seguramente llamada en el mundo civilizado de entonces “conflicto entre indios”. Lo que no dice nadie, ni siquiera las naciones incivilizadas, es que esa guerra se hizo con armamento gringo y europeo, que los europeos apoyaban a los paraguayos y los gringos a los bolivianos. Esos gringos y europeos de entonces se parecen mucho a los ganaderos de la sierra de Perijá de hoy en día y, muchos funcionarios del gobierno parecen sus embajadores.

El día trece Sabino tuvo una visita domiciliaria del ejército por acusaciones de abigeato por parte de los ganaderos. Los forjadores de libertades buscaban las doscientas reses y no encontraron en los alrededores ni una de las 800 huellas. A nadie le gusta que lo acusen de ladrón y mucho menos en las circunstancias en las que se encuentra Sabino: lo tienen en salsa por otro asunto, el de la autodemarcación de los territorios indígenas. En la tarde, después de atender a los guardianes de nuestra soberanía, fue a ver a Olegario, como ya dije, en son de paz. La prueba es que no iba solo: iba con su familia y desarmado. Como cacique Sabino está obligado a resolver por las buenas y en paz ese tipo de conflictos pero se encontraron a Olegario cual adeco en sus mejores tiempos: borracho, armao y alzao. Así como uno dice a veces que se le despertó el indio estaría Olegario, con el watía despierto y muchas ganas de beber sangre india después de tanto alcohol.

Hubo coñazos, tiros y muertos en tierras del pacífico y emprendedor líder indígena, buen ciudadano y padre ejemplar Olegario, el presunto autor intelectual y material de la masacre es el connotado abigeo y archiconocido invasor de haciendas Sabino Romero (a) El Garabombo. Ésa es la noticia, pero no es ni la verdad ni la razón principal del conflicto. Los heridos que acompañaban a Sabino tienen tiros en la espalda, a la usanza de los ganaderos invasores de la zona en la década de los 50 y 60, hace medio siglo apenas. Raro enfrentamiento éste, se parece mucho a los que organiza la policía de vez en cuando.

La gente de Sabino huye, y en la carrera la primera en resultar herida es Marilis de 9 años, luego hieren a Sabino, y al niño Édicson Romero. Hébert Romero, que sí andaba armado con una escopeta, trata de repeler el ataque para cubrir la retirada (cosa que se puede hacer en Puente Llaguno, pero no en territorio yukpa) y cae, uno de sus disparos mató a Mireya Romero de 16 años, quien estaba embarazada y era familiar de Olegario Romero.

Sabino, herido en la espalda y el brazo, es llevado a la comunidad Chaktapa. De ahí lanza un alerta a los panas de Maracaibo y avisa que no va a bajar con funcionarios del ejército. Con dos balazos en el cuerpo hasta el indio más bueno se empieza a malear, tiende a tornarse Garabombo. Sabino es finalmente trasladado al Hospital Ché Guevara donde es atendido por los médicos e interrogado por los cínicamente llamados cuerpos de seguridad del Estado. Como a las 10 de la noche recibo una llamada desde el Hospital Ché Guevara en la que me informan que se quieren llevar a Sabino pal Hospital Militar con el pretexto de su protección, pero es para incomunicarlo cosa que facilitaría mucho el montaje de un expediente para encanarlo en el idioma del blanco, bajo sus leyes, sus jueces y en sus cárceles. No me quiero ni imaginar cómo se sentiría el Ché, cuyo nombre lleva el hospital del que sacaron de esa manera tan ilegal a Sabino. Seguramente se recordaría de Higueras y pondría la misma mirada severa de Bolívar en el Panteón el Día de la Raza un par de días atrás.

A todas éstas la ministra Nicia como que se da cuenta del verguero en que está metida, apenas ayer se habían entregado títulos de tierra chimbos en estos territorios ahora convulsionados y bañados de sangre, así que se vio obligada a intervenir de alguna manera porque ella es, teóricamente al menos, ministra de todos los asuntos indígenas, no de algunos asuntos indígenas. La gente de Sabino quedó a su suerte en la sierra mientras que a Olegario (en cualquier momento lo apellidan Villalobos, con el perdón de Fernando Villalobos, el lector número 17 de este blog, ¡pronto llegaremos a los 20 lectores!) hasta asesoría legal le estaban dando para lo del expediente montado a su favor y Nicia debía aparentar que algo hacía. La inteligencia apenas le dio para suplantar a la Cruz Roja y trasladar a los heridos. Qué triste papel el de la ministra enfermera

Sabino está custodiado por los mismitos que están montando el expediente con las pruebas en su espalda y en un brazo, un caso que no sé si lo resolvería CSI Miami o Expedientes X. En Machiques los ganaderos anuncian que si no les resuelven lo del abigeato tomarán los correctivos necesarios para mantener a salvo su propiedad privada, cosa que desde siempre han hecho por esos lados, al que le comprueban robo de ganado lo matan y nadie dice nada. Feudalismo del siglo XXI deberían llamar a esas prácticas. El problema es muy complicado pero la solución es posible y viable, no se ha hecho nada a favor y mucho en contra porque no se toma en cuenta ninguna variable lógica. Estamos hablando de unos 11.000 indígenas y de apenas 300 ganaderos que obtuvieron esas tierras de manera ilegal e inhumana. La Comisión de Demarcación de Tierras Indígenas está súper infiltrada por los intereses más oscuros y antinacionales en la persona de Mauro Carrero, secretario regional de ¡Bandera Roja! En ella también participaba el prófugo de la justicia venezolana Daniel Castro (a) Lolito, quien la cagó y ahora no quiere responder desde España por nada.

El conflicto en la sierra de Perijá se parece mucho al del Estado Sionista de Israel y Palestina. Por eso a los chavistas radicales del ala extrema nos extraña que, si bien Venezuela no tiene relaciones diplomáticas con Israel (cosa que aplaudimos) y Chávez ya dijo que entre los ganaderos y los indios se ponía de parte de los indios sigan los funcionarios del gobierno de parte del sionismo ganadero. La ministra es indígena (pero hermana jamás) y se pone de parte de los blancos, el ministro de interior y justicia Tarek es descendiente de árabes y apoya el mismo despojo del que son víctimas sus hermanos palestinos.

Durante el enfrentamiento murió un caballo y nadie me saca de la cabeza que es la única víctima que de verdad lamentan los ganaderos, ponerse de parte de ellos es avalar esos duelos tan despreciables como sinceros. Por cierto, ellos son los únicos beneficiados con las muertes de indígenas, cosa muy fácilmente demostrable desde el punto de vista histórico. Ojalá que nombren una comisión que haga su trabajo y en el caso de Sabino la justicia se imponga, porque lo que soy yo, estoy a punto de conspirar invocando a Garabombo así me acusen de agente de la Cía o de escuálido. Por cierto, y ya para despedirme, léanse Garabombo el Invisible para entender un poco más el problema indígena y pasar un rato agradable, es uno de los mejores libros que he leído.

martes, 13 de octubre de 2009

mardito jueves

Para hablar del jueves tratado en la pseudo crónica pasada hay que hablar necesariamente del miércolesinmediato anterior. El horario del plan fracasional era de 7:30 de la mañana hasta las 4 de la tarde, aunque siempre se prolongaba un poco más, pero el miércoles se pasaron y llegaron a golpe de siete de la noche. En vista de que tenía que esperar a juro en Parque Central lo hice en compañía de tres panas de la agencia que al igual que este servidor esperaban en cualquier momento la aparición de San Bonifacio. La espera se hizo, por supuesto, entre cervezas y habladera de paja y, cuando el chamo llegó, hambriento y lladillao, pedimos comida y más cervezas. Total que nos despedimos como a las nueve y ellos tuvieron que completar mi parte de la cuenta (mi párvulo come más que un perdido cuando aparece) porque los cajeros automáticos confabularon esa noche en mi contra así que llegamos limpios a la casa pero con la barriga llena (el chamo) y el corazón contento (tanto el chamo como su padre, el Bono se aparecería en cualquier momento) a dormir, los días del plan fracasional nos levantábamos a las 6 de la mañana pa tener bastante tiempo pa manguarear

El jueves mardito empezó para mí muy tempranito, como dije en el párrafo anterior (y lo repito para acentuarlo: levantarse a esa hora es inhumano) porque fue a las 6 aeme. Por la feliz circunstancia de la visita del chamo mi despensa estaba ocupada por comida de verdad y, además, sana, así que mientras calentaba el agua (en el rancho en que vivo no hay agua a esa hora, así que la higiene obliga a tomar baños de tobo [en Maracaibo llamados de balde] con el agregado de agua caliente pa que se entibie, demasiada tortura la hora como para sumarle el detalle de la temperatura) iba preparando un tentempié, ponía música y ladillaba al chamo pa que se levantara. Soportamos estoicos el apretujamiento del metro y llegamos a Parque Central puntuales como siempre. Lo primero que hicimos fue acudir a un cajero a sacar algo de plata y verificar si el santo más venerado de esos días, Bonifacio, se había materializado. Sólo estaba mi famélica quincena de 617,83 bolívares fuertes. Saqué el equivalente a media quincena, le di 50 bolos al chamo, lo dejé en el plan fracasional y subí presto al piso 16. Ahí me encontré con Gabriel, que llega todos los días a las 6 de la madrugada con una sonrisa que le daba tres vueltas a su cara en vez del habitual bostezo de bienvenida (me imagino que se debe levantar a golpe de 4 aeme). Sí. Le habían depositado el bono.

Se lo habían depositado, aparentemente, a todo el mundo. Esa agencia irradiaba alegría por los cuatro costados y los agiotistas ya empezaban a hacer aparición en busca del producto de su duro trabajo diario. Yo, para ser sincero, estaba de una sola pieza, anonadado y atónito, no tengo otra manera de describir la vaina. Los que iban llegando me recomendaban que hablara con Tibisay, la jefa de recursos humanos, porque se debía tratar de un error malintencionado de los remarditos que están detrás de eso. Fui hasta la inhumana oficina de recursos humanos donde me informaron que no había recibido el bono “porque había estado de reposo médico” (esto, por demás neoliberal extremo, “los enfermos no cobran”, no se ajustaba a la realidad: además de buenmozo y simpático, gozo de una precaria salud de hierro, como dice Sabina), al llamar a capítulo a la funcionaria que había dado tal declaración, ésta se corrigió diciendo que era “porque estaba de «comisión de servicios»”. Volví a la sala de redacción y a todo el que le decía las razones escuchadas me decía que eso era ilegal, que peleara, “no te vayas a dejá jodé, maracucho” era la frase última de esos consejo y la frase que más he escuchado últimamente.

Tuve que esperar a la tal Tibi hasta las 8 y media (el plan fracasional empezaba a las 7 y media, pero tenían a los chamos una hora sin hacer nada útil, los ponían a cantar y a gritar consignas demasiado infantiles para la mayoría de los infantes presentes), hora de su habitual y nutritivo desayuno, así que tuve una espera adicional, tras la cual fui informado de lo que ya sabía, que por estar de comisión de servicios en Ávila Tv no me tocaba Bono. Le pregunté si me podía dar esa información por escrito y no pensé que se pudiera ofender y arrechar tanto, pero se volvió una fiera ofendida y me dijo que nada de eso, que si quería (verga, no, no iba a querer) hablara con Freddy.

La secretaria me informó que Freddy “llegaba después de las once”. Si sacamos cuentas estas palabras fueron dichas minutos después de las 9 aeme, la reunión con Tibi fue más bien breve si descontamos el tiempo de su desayuno, que tuve que esperar de antesala. Por otro lado tenía compromisos en Ávila Tv, la súper producción “Apaga la Tv” sería el viernes y, aunque mi participación fue ínfima (por eso quedó tan bien) no me podía aparecer al mediodía. Decidí, entonces, buscar su teléfono y enviarle un mensaje, en caso de que fuera movilnet, desde una de las computadoras de la agencia ya que no tengo celular. En año y medio que llevo en la agencia nunca conseguí que alguien me diera el teléfono de Freddy, todos me decían que a él no le gusta que estén dando su teléfono, que se arrecha si alguien lo llama, en fin, un rasgo muy primigenio del burócrata. El jueves mardito, sin embargo, me lo ofrecieron con la aclaratoria de que le dijera que “te lo di yo, y "no te vayas a dejá jodé, maracucho”.

El mensaje enviado desde la computadora (bueno, en realidad sí tengo un teléfono celular que sólo recibe llamadas, no estoy inscrito bajo ningún plan, los de los celulares generalmente son fracasionales) fue contestado con una llamada del mismísimo Freddy unos 10 minutos más tarde y con voz soñolienta in extremis, no digo que aguardentosa pa que no crean que soy demasiado subjetivo pero es lo que provoca poner. Me dijo que, efectivamente no me correspondía el Bono por lo de la comisión de servicios, que hablara con Tibisay. Le respondí que ya había hablado con Tibisay y que por recomendaciones de ella misma en persona me había atrevido a tomarme la libertad de llamarlo. Quedamos en que en un rato iría a la agencia. Esta vez la espera fue larga, o por lo menos así me lo pareció: había quedado con una compañera de trabajo para desayunar y ella con su impaciencia y su hambre contribuyó a que me pareciera larga la espera, lo cierto es que decidimos, después del rato que me pareció largo (y me sigue pareciendo), bajar a desayunar y al volver, reunirme con Freddy.

En la planta baja del edificio, ya en camino a la panadería donde tendríamos el condumio matutino tan esperado, nos encontramos a Freddy, que me preguntó entre bostezos si le estaba montando alcabala, le respondí que no, que lo que pasaba era que con la noticia del Bono, si no desayunaba, convulsionaba. Tanto derroche de humor, les juro que no era gracioso. El presidente de la junta liquidadora de la abn me respondió entonces que empezara a convulsionar porque a los que están de comisión de servicios no les corresponde Bono y que eso yo “lo debería saber”. Para darle fuerza a su argumento me dijo que a él le parecería deshonesto pagarme un bono de productividad si no me podía evaluar. Debo reconocer que tanto cinismo junto me dejó confundido y estuvo a punto de sacarme de mis casillas. Le hice la misma pregunta que tanto incomodó a Tibisay, que si me lo podía pasar por escrito y, así como la coordinadora de recursos humanos, se alteró el presi de la mala junta liquidadora y me respondió que “eso no existe”. El ejemplo y la obra de mis mayores me ha enseñado que si no quieren exponer razones por escrito, hay chanchullo. En vista de que el presi se puso bravo, decidí dejar la cosa así, el menos interesado en que surgieran conflictos que pudieran interrumpir el diálogo era yo: mi Bono era el que estaba en discusión. Le dije que iba, ante tanta negativa a buscar una solución negociada, a acudir al Ministerio del Trabajo.

El desayuno estuvo, como se podrán imaginar, desabrido y frío, y el café, además, amargo. Que conste que la compañera con la que desayunaba es bellísima, simpática y es pana mía; sus palabras de apoyo y de aliento me hicieron tranquilizarme un poco. Como en todos los momentos coños e madre, injustos y contra la justicia me hice la pregunta que siempre me hago. No me lo van a creer y va a parecer ingenuo, pero hay que creer en algo, así que me pregunté como siemnpre qué haría el Ché en semejante situación y me respondí que seguramente tomaría las cosas con calma y analizaría muy bien el terreno porque se asomaba en el horizonte contraataque, pero sobre todo identificaría al enemigo. De mejor humor que antes me terminé el desayuno, me despedí muy agradecido de Emma y me fui a Ávila Tv hasta la tarde, momento en que tendría que recoger a Guaicaipuro.

Como sentía una voz que me decía que se acercaban mis últimos días en la agencia, llegué más temprano que de costumbre por el chamo. Todos, solidarios, me decían que era una injusticia y me echaban cuentos desconocidos para mí, de la agencia. Lo de “cuentos” no son cuentos, las versiones eran corroboradas unánimemente. A esa hora estaba de muy buen humor. Tanto que me puse a conversar con Inojosa y con Tovar, poseedores de un humor muy ácido, corrosivo y remardito, tanto que es mejor estar con ellos o cerca de ellos, para oír por lo menos lo que dicen de uno. En los comentarios que a veces acompañan estas, no me canso de repetirlo, gloriosas páginas, hablan mal de Tovar, en lo personal no tengo nada en su contra: no me parece ni mejor ni peor que la mayoría de la gente que trabaja en la agencia y tiene cargos similares al suyo o superiores al suyo, las veces que me tocó trabajar con él disfruté de total y completa autonomía intelectual y no me ladilló en nada. Cuando me acerqué a ese par de marditos Tovar le comentaba a Inojosa que había pasado a buscar un cheque que le debían por su papel de Urco en el Planeta de los Simios y vio uno para él de National Geographic. Inojosa respondió que ya él sabía porque Erlinda, que también había ido a buscar un cheque, ya le había dicho. Tovar se preguntó entonces en voz alta por qué a ella le pagaban más que al resto. De ahí me empezaron a mamar gallo a mí por lo del bono: casualmente había un cumpleaños y en la agencia Aixa se encarga en estas fechas onomásticas de recoger entre los presentes para comprar una torta, refrescos, pepitos y papas fritas, Inojosa y Tovar le decían que a mí no me pidiera contribución y que si sobraba algo me lo dieran. De más está decir que me iba a morir de la risa con ese par de carajos. Se despidieron con una torta envuelta en servilleta para que me la llevara por si no tenía para darle desayuno al día siguiente a Guaicaipuro.

Durante el día mis reflexiones guevaristas me recomendaron mantener las hachas de la guerra enterradas hasta el domingo, día en el que mi cachorro tomaría su avión de vuelta para la ciudad que vio a Udón arrastrarse hecho verga por sus calles. Durante todo ese tiempo me mantuve sereno y sonriente gracias a la fuerza que me dio la presencia del chamo, así que el domingo se lo entregué al azafato pa que lo montara en el avión y, de vuelta a Caracas empecé a cavilar y a planear guevarísticamente la mejor forma de defensa que hay desde la guerrilla: la contraofensiva. Pero de eso escribiré próximamente, aprovechando que estoy en una etapa de subempleo o buhonerismo laboral que me permite dedicarle más tiempo al ocio y a la pérdida de tiempo que representa el escribir estas, no me canso de repetirlo, gloriosas páginas. Para despedirme de manera que los pocos que hayan llegado hasta este punto digan que la vaina terminó arrecha, cito las palabras de alguien talentoso que nadie o casi nadie conoce. En este caso se le suma el detalle de que queda perfecto para describir las batallas kafkianas (dígame este detallito de Kafka. En lo personal no me gusta para nada el autor y nunca me he leído nada completo de su cosecha y lo poco que leí lo olvidé, pero he ahí la magia del lugar común, cualquiera los puede usar casi en cualquier circunstancia) que se pueden desatar con la burocracia. No me puedo ir sin agregar que el jueves narrado fue jueves 13 y estoy empezando a sospechar que son, por lo menos en mi caso, tan pavosos como los martes.

Y no olvidéis que el torturador es un funcionario, que el dictador es un funcionario, burócratas armados que pierden su empleo si no cumplen con eficiencia su tarea, eso y nada más que eso. No son monstruos extraordinarios, no vamos a regalarles esa grandeza”, Fermín Muguruza.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Marditas Vacaciones Escolares

Una de las épocas más esperadas por los padres y representantes es la de las vacaciones escolares. Cada uno las espera por diferentes razones que van desde un rato más de sueño en la mañana por lo del madrugonazo diario, hasta la hora adicional de descanso en la noche, porque padre o representante que se respete empieza la tarea del día hábil siguiente a golpe de 9 de la noche. En mi caso particular no es ninguna de las dos cosas porque tengo como año y medio que no vivimos en la misma urbe, sino porque el chamo está conmigo todo el día y eso es lo que más me gusta en la vida: compartir con el carajito. Desde que mis peregrinos pasos se encuentran estancados en Guaraira Repano City no he podido disfrutar de ese placer. Las vacaciones que he tenido han sido pocas e irregulares así que el tiempo compartido se ha reducido a su más mínima expresión. Este año, y en contra de todo pronóstico, la providencia se mostró sonriente y pude cuadrar los horarios de trabajo de tal manera que me pude traer a mi heredero por tres semanas de visita. Aclaro que de esas tres semanas una iba a estar dedicada a un plan vacacional que merece crónica aparte. Hice mis preparativos, compré un pasaje de avión para niño (baratísimo por Conviasa. Lo único malo es el servicio, pero como los niños disfrutan todo lo que pase en los aeropuertos y aviones, en mi caso puede considerarse valor agregado), planeé itinerarios, paseos, visitas y ¡a contar regresivamente los días pa tener al Guaicaipuro apoyándome en este verguero caraqueño se ha dicho, nojoda!


En arribando el párvulo hicimos nuestras respectivas visitas de cortesía. Una de las primeras fue en la agencia, donde tengo algunos panas que lo conocen y le martillan los regalos y presentes que inocente trae de nuestra ciudad natal. En esos días (mediados de julio) un fantasma recorría la agencia, el fantasma del Bono. Casi todos mis compañeros de trabajo sacaban las cuentas y adelantaban en voz alta lo que se iban a comprar o las deudas que iban a pagar. Yo no me podía quedar atrás, así que le dije pasito al chamo (esto de hablar pasito es un maracuchismo que se ha ganado por mérito propio este paréntesis, sólo lo he escuchado en Maracaibo y leído en El Quijote, mardito Cervantes & Saavedra) en lo iba a gastar parte del Bono: en el juguete que él quisiera y que si lo pagaban mientras estuviera de visita se llevaba su juguete por avión pa la Ciudad del Sol Amada.


Pasar vacaciones en Caracas puede sonar antiecológico y poco exótico, pero gozamos una bola. Con una de las madrinas del chamo paseamos en el teleférico, vimos espectáculos de calle de muy buena calidad, fuimos pal zoológico, nos perdimos en el Parque Miranda, visitamos museos y procuramos ver todo lo que no hay en Maracaibo City. Guaicaipuro, sin embargo, prefería ir a Ávila Tv, lugar en el que había cuadrado el horario para poder estar con el chamo por la calle realengos y sin rumbo. Cuando le decía al chamo que fuéramos para la calle a joder por ahí, me respondía insolente que el que estaba de vacaciones era él y que por lo tanto su infantil opinión prevalecía sobre mi experiencia y canas, así que pasamos una buena parte del tiempo arreglado en Ávila Tv. Este fugaz contacto con el maravillosos mundo de la tele le sirvió al chamo para conocer en persona y hacerse pana de Spike Lee, así como para compartir escena con los comediantes Echeverry & Maiza en la súper producción “Apaga la Tv”. No conforme con eso se hizo pana de todo el mundo (incluyendo a Coromoto, en serio, lo juro) y hasta le ofrecieron trabajo, cosa que despertó la envidia y la codicia de los antes mencionados comediantes.


Otra de nuestras ocupaciones fue la cinegética (Güiquipedia, lo siento) lúdica. Visitamos jugueterías incansables hasta dar con el susodicho objeto de los sueños de mi querubín de nueve años y con cédula. De jodedor le proponía que escogiera la barbi más cara, con casa y carro si quería, no me explico por qué, pero no le hacía gracia el chiste. La búsqueda reveló que su paradigma consumista era un Lego, la manera más cara de comprar plástico. Por fin encontramos el que era: de los que traen control remoto, se puede armar casi cualquier cosa con él y vienen en una cajota de este color. No preguntamos nada en la tienda pero de reojo vi el precio, ¡estaba en oferta, sólo 700 bolos! Levanté la vista y aunque estábamos bajo techo me pareció ver a la providencia sonreír. Mientras tanto, en el piso 16 de la torre que no se quemó de Parque Central, el fantasma del Bono seguía recorriendo los áridos pasillos de la agencia y las febriles mentes de los agentes.


El plan vacacional, a excepción de un día, merece mención aparte como ya dije, así que le dedicaré una crónica entera próximamente. Siguiendo sugerencias del personal del Informativo de Ávila Tv le hice una entrevista al chamo para registrar todo lo que vivió en el plan vacacional, rebautizado por Carvajalino, después de escuchar uno de los cuentos del plan, como el Plan Fracasional. Los que entre mis once lectores fieles conozcan la locuacidad y meticulosidad de la criatura se imaginarán cómo me dijo lo que dijo, pero nunca podrán imaginarse qué me dijo. Los cuentos son tan desgarradores que la presidenta pro témpore del club de admiradoras de Marditos Todos® y exitosa editora de best sellers, Estefanía Jimeno, quiere los derechos porque Harry Potter se quedó güevón.


Voy a hablar del día de excepción del principio del párrafo anterior. Ése fue el jueves, penúltimo día del plan fracasional. Ese día el fantasma del Bono dejó su recorrido y se materializó en las cuentas nómina de muchos empleados de la agencia, pero no en la mía. De eso me di cuenta en la mañana muy temprano porque saqué dinero del cajero y sólo tenía la quincena. Empezó en ese instante uno de los más grandes dilemas de mi monótona vida: por un lado era el hombre más feliz del mundo porque tenía al chamo conmigo y por el otro el trabajador más arrecho, ofendido en sus derechos laborales y traicionado por supuestos defensores de “la clase obrera”, de la bolita del mundo. Los que compartieron esos días, que duraron hasta el domingo siguiente, con nosotros saben que estuve de muy buen humor y que me negué rotundamente a hablar de San Bonifacio (otro de los nombres del fantasma del Bono) hasta que el chamo regresara a su hábitat natural. Sin juguete, por supuesto.


El excepcional día jueves el chamo reiteró su deseo de abandonar como rata del barco que se hunde el plan fracasional. El domigo antes del inicio del plan se “enfermó”, pero yo firme le advertí que no había tu tía y que no podía faltar bajo ningún pretexto. En este caso no valía el argumento de que el vacacionista era él puesto que se trataba, precisamente, de un plan vacacional. El jueves en la tarde, todavía pensando que las resistencias de San Bonifacio eran provocadas por un error, dije que hablara con la recreadora y le dijera que no quería ir y él accedió con la condición de que yo lo acompañara. La recreadora ante el rotundo anuncio puso cara de circunstancia, Guaicaipuro de circunspecto y yo de circunciso; insistía la docente free lance en que “mañana sería un día estupendo, en la piscina”, el chamo evadía y evadía los estupendos y fantásticos argumentos de la profe hasta que colmada su inmadura aún paciencia respondió con un comentario muy odioso (no sé de dónde lo sacaría, me imagino que del lado materno, yo sería incapaz de un pensamiento de ese calibre) y en voz muy alta, detalle sonoro que la obligó al acuerdo: “ese plan ha sido muy aburrido y mañana seguramente va a ser igual de aburrido, y el que está de vacaciones soy yo”.

jueves, 27 de agosto de 2009

Comunicado Mardito, Mardito Comunicado

Con las atribuciones y atribulaciones que nos conceden los más marditos, remarditos, recontramarditos y requetecontratrimarditos de este mundo tan ídem, el comité redactor de Marditos Todos® emite por primera vez un comunicado en apoyo a algo (en este caso a alguien) del siguiente tenor (aunque este caso es más bajo que tenor, musicalmente hablando, claro):


Considerando: que uno de los miembros de este mardito comité redactor, Manuel Noriega, cuyas fotos y cédula aparecen en estas, no nos cansamos de decirlo, gloriosas páginas, es víctima de un hostigamiento laboral que se cagan.


Que dicho hostigamiento es gratuito desde el punto de vista político y profesional, ya que nuestro compañero cumple con sus tareas de manera puntual y es chavista de los que ganan un sueldo de mierda (con el perdón de la mierda, no creemos que la podamos comparar impunemente con un sueldo de 40 bolívares diarios), es excluido y maltratado por la “revolución” y aún así continúa creyendo en el proyecto de ese país honesto y sin corrupción propuesto por Chávez.


Que lo de los 40 bolívares diarios no es una exageración ni un lugar común, no dijimos 4 lochas. El compañero Manuel Noriega recibe un sueldo equivalente a 40 bolívares diarios, esto es 1.200 bolívares al mes por 8 horas diarias de trabajo reporteril.


Que no se puede engañar a la gente de esa forma: le dijeron que se fuera de comisión de servicios a otro ente gubernamental, mientras estaba ahí en su lugar de trabajo pagaron un bono de más de 10.000 bolívares y a él no se lo pagaron porque estaba de ¡comisión de servicios! y nunca le avisaron con anticipación que eso era así.


Que está esperando cría para enero, que tiene un chamo de 9 años, que su señora madre estuvo recientemente hospitalizada (marditos, visítenla), que vive en Caracas y no es oriundo de esa para él hostil (como queda demostrado en lo que va de comunicado) ciudad, que esta urbe es más cara que un hijo bobo, que anda por ahí mal vestío y con la ropa ruñía.


Que no lo pueden mandar de “comisión de servicios” porque no es “funcionario de carrera” pero que a la final lo mandaron de “apoyo institucional”, pero igual no le pagaron un sebillo.


Que una vez que reclamó de la manera más pacífica (le metieron la mano en el bolsillo, es decir, le quieren quitar el pan de sus hijos: eso significaría por lo menos unos coñazos en cualquier país civilizado del mal llamado primer mundo, pero el guevarismo militante de todos y cada uno de los miembros de este comité redactor censuraría cualquier acción violenta en contra de nadie), gallarda (se enfrenta a un monstruo de esos que nos gusta destruir a los bolivarianos revolucionarios: “mollejúos” y “poderosos” pero que no soportan una semana de guerrilla) y frívola (¡el feisbuq!), ha recibido un ejemplo clarísimo de bossing (pa la güiquipedia muchach@s) y un odio desproporcionado por defender (suena dramático y todo, pero lo malo es que es verdad) el pan de sus hijos.


Acuerda: darle todo el apoyo moral (aunque la verdad es que va necesitar otros apoyos además de éste, si alguno de los 11 lectores de este humilde blog conoce un babalao que luche por la justicia, sería bienvenido) en esta lucha contra un jefecito que detenta un carguito desde el que (vamos a ser claros) le puede hacer mucho daño a nuestro defendido de hoy, ya que apenas detenta un carguitico de mierda de última categoría y sentimos una voz que nos dice, aparte de agúzate que te están tirando, que nadie en su actual trabajo lo va a apoyar en nada por lo del hostigamiento laboral, tan contagioso él.


Siguiendo el firme compromiso con la sabia y rotunda frase de “Pueblo, reconócelos” revelar el nombre del hostigador (y el verdadero nombre de Gabimán, quien sin querer metió al pobre Manuel en este peo, pero no con lo de “Pueblo Reconócelos” ya que Gabimán declaró que se trataba de un acto de mezquindad cardinal, sino por el simple gusto de develar un mito urbano), sitios de trabajo involucrados, gestiones administrativas realizadas y otras nimiedades burocráticas para dentro de un par de días: el tema está muy bueno y podemos aprovechar la coyuntura para inaugurar otra técnica que acompañe a la ya olvidada por mala del “salto sorprendente de párrafo”: la del salto remardítico de crónica.


Informar sobre la verdadera función de nuestro héroe de comunicado de segunda categoría de hoy en el comité redactor: es el ayudante de Audio Cepeda, fotógrafo oficial, junto a Bárbara Muñoz Porqué, de estas, no nos cansamos de repetirlo, gloriosas páginas. Otra de sus funciones es llevarle la Splenda a Blas Perozo Naveda durante las reuniones del buró político del comité redactor. Por ninguna de ellas devenga sueldo.

Invocar el pensamiento de nuestro pana y guía máximo en una carta (qué casualidad) a sus hijos “…y sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario” para pedir que comenten este comunicado. No pedimos adhesión ni nada de eso, lo que pasa es que como es primera vez que escribimos un comunicado, no tenemos muchas nociones para tratar de hacerlo inteligible y ameno. Las adhesiones que las busque él en el Twitter.


Ante de que se nos olvide, la “r” dentro de un círculo que va al final de Marditos Todos son jodederas nuestras y cualquiera puede difundir o copiar lo que aquí aparece sin ningún tipo de autorización, pero eso sí, agradecemos NO revelar el origen, la fuente ni los autores de lo copiado o difundido, es suficiente raya con aparecer aquí.


Terminar este comunicado.

sábado, 22 de agosto de 2009

Canartube o Youseta

Hay un tema, de los tantos y variopintos tratados en este olvidado blog, que es el que más ronchas ha levantado en mi natal Maracaibo y por el que me acusan de tendencioso, sesgado y coñoemadre, pero por el que nadie se ha atrevido a decir que miento (cosa que me incomoda un poco porque en cualquier momento lo hacen). Me refiero a canar seta.

Pocas personas conocen la real historia de esa chucuta e inoperante televisora comunitaria. Sus orígenes son negados y tergiversados hasta tal punto, que todos creen que eso fue una idea que se ocurrió a Lolito mientras estudiaba la realidad de nuestros países en La Sorbona, cuando en realidad fue una idea de mi otrora dilecto amigo y ex protector en Caracas, Antonio Aguillón. De hecho, El Rincón de los Aburridos® y Capirugente Grill, Tennis & Golf Club tienen desde esos días grandes amigos y aliados en Catia Tevé y en el periódico alternativo desconocido más famoso del mundo, La Mancha™. El primer taller que se hizo para canar seta tuvo lugar en Capirugente Grill, Tennis & Golf Club, que en ese entonces estaba ubicado en Veritas y no en la Calle Carabobo como ahorita. Los actuales miembros de la fundación de canar seta evitan hablar del tema de sus orígenes, bueno, la verdad es que parecieran evitar hablar de cualquier tema porque no transmiten absolutamente nada a pesar de las obligaciones morales que tienen con la comunidad y las legales con el MINCI (eso sin hablar del tiempo que tienen en esa farsa, farsa de toda farsedad). Creo que de sus orígenes dije algo en estas, no me canso de repetirlo, gloriosas páginas, así que ahora hablaré desde las, no me canso de decirlo, mismas, un poco de su destino.

Para nadie es un secreto que el cuestionado canal en cuestión no se ve en ningún televisor del mundo lo que hace muy difícil opinar de su hipotética programación, pero le facilita las cosas a una mente tan perversa como la mía para hacer algunas preguntas (que por supuesto nadie va a contestar) tendenciosas en estos tiempos de crisis. ¿Cobran las muchachas y los muchachos (uso el género en vez del @ pa que la pregunta suene seria porque me parece que lo es) de canar seta por no transmitir absolutamente nada en el espacio radioeléctrico (del que vos, lector o lectora sois dueño también) en una frecuencia otorgada por un ministerio en el que por lo visto ni deben saber dónde carajo queda canar seta? ¿Le dan las muchachas y los muchachos de la extensísima (aunque viéndolo bien, si le quitamos los paréntesis resulta igualmente larga pero se lo puedo achacar, con razón, al uso del género) pregunta anterior mantenimiento y uso a los equipos del canal? ¿Hasta cuándo durará esa mamaderita e gallo con los maracuchos que teóricamente tenemos derecho y queremos una televisión comunitaria? Por otro lado deberían compartir los saberes y revelar, si no por el espectro radioeléctrico por lo menos en una cadena de imeiles, cómo hacen para vivir sin trabajar y que la gente que debería supervisar su labor crea que trabajan arduamente por la soberanía informativa. Cito a la vieja e los mangos: “Marditosesos”.

La gente que dirige el canal es más bruta de lo que yo creía, y que conste que Quenia y Queila me parecían (soy un esteta empedernido), como a cualquiera que las hubiese visto, definitiva y rotundamente más feas que brutas, en realidad parecen más feas que cualquier otra cosa, son increíbles. Pero no, aunque luzca exagerado para algunos, son más brutas que feas (pero únicamente más brutas que feas, lo demás sigue igual, siguen siendo paradigmáticamente feas) y puedo demostrarlo. Queila es abogada, ignoro de qué prestigiosa universidad, pero parece de las abogadas tipo Blanca Ibáñez; de esa gente que pasó por la universidad pero que la universidad no pasó por ellas. Ignoro si alguna vez tiró piedras, participó de alguna toma de un centro de estudiantes o del rectorado, si eran cabezas calientes, en fin, si eran estudiantes o estudieras. Como abogada la doctora González debería saber que está prohibido forjar documentos, mucho menos falsificar firmas de personas vivas; como jurista debería sospechar que la manera como manejaron muchas de las trampas que hicieron era innecesaria y evidente en demasía. Eso sin contar que la conformación interna (teórica, claro está) del canal no coincide con lo que legalmente se le exige a una televisora comunitaria. Queila, por decir algo, además de directiva de canar seta es la representante del CENAL en el Zulia (¿a cuenta de qué? He tratado de dar con la respuesta por miles de vías y nada) y además participa de un convenio de vIvE tV y canar seta, parece que tuviera tres trabajos pero en ninguno se ven resultados. Igualia a Blanca Ibáñez, se los dije.

Por otro lado, Quenia, la presi de canar seta le echó la culpa de todo lo malo que pasaba ahí al MINCI ¡el día de la inauguración del aún desconocido canal, ante las cámaras del ecpai girl! (Explico: ecpai es el acrónimo de Equipo Comunitario de Producción Audiovisual Independiente; el nuestro (todos tenemos derecho a formar uno y canar seta, si funcionara, tendría el deber de permitirnos participar de la programación) se llama el ecpai girl, en honor a las máximas exponentes de la cultura británica. El nombre se le ocurrió al merecidamente olvidado ex marido de mi hermanita ruca cuando lo fundamos). En fin, el material en que Quenia exhibe todo su odio hacia el MINCI está editado esperando que por fin se vea el bendito canal pa transmitir el evento inaugural con varios años de retraso si las cosas siguen así.

Youtube ha cambiado definitivamente el modo de ver las cosas. En esa vaina hay de todo. Absolutamente todo. Mi hijo mayor estuvo de visita en Ávila Tv y habló con los productores y anclas con mucha propiedad de sus programas, como si los hubiera visto. Lo raro es que Ávila no se ve en Maracaibo, ciudad en la que habita el infante. Todo lo que ha visto de la programación de Ávila le llegó por Youtube y conocía más gente en el canal que yo, que estoy trabajando ahí desde abril. Como se imaginarán, siguiendo el ejemplo que Guaicaipuro dio, realicé mi respectiva búsqueda de canar seta. Encontré dos videos que en realidad son dos promos. Una de 30 segundos y otra de 54. Por favor véanlas porque son de las que han salido más caras en la historia de la televisión mundial: ese pocotón de dinero en menos de minuto y medio de promo mal hecha merece ser visto por lo menos una vez. Mi espíritu de investigador, debo reconocerlo, se vio decepcionado ante tan escueto resultado, así que le averigüé un poquito la vida a las cuentas de Youtube que tenían la vaina en la güeb. La promo de 54 segundos la tiene Rocken1881, quien a su vez, en su cuenta tiene tres videos, de los cuales dos son en realidad uno solo picado en dos segmentos, uno de 3 minutos y otro de 6. Durante esos nueve minutos una niñita llamada Sara canta que las cosas y las personas huelen a pipí, a pupú y a cocó, mientras que una voz adulta detrás de las cámaras le dice “nojoda y quién te enseñó esa verga”. Les recomiendo que los vean antes de que los manden a quitar por inapropiated, como dice Youtube.

Quien sea que tenga la cuenta en la que aparece la promo de 30 segundos debería ser investigado por algún organismo de inteligencia competente y, merece párrafo aparte como ya se dieron cuenta. Se llama remc77 y tiene la bicoca de 1137 videos. Yo casi caí de culo ante el volumen de videos del camarada remc77: levanté la vista, respiré profundo, la palabra “nopuedeserlosmarditosestánproduciendoalgo” se hizo en mi boca e ingresé en la cuenta del mencionado compatriota. Les confieso que ahora, sin el casi, caí rotundo y súbito de culo. Si hay algo ecléctico, informativo y educativo en ese aleph borgesiano que es el Youtube es la cuenta de mi ya admirado remc77. Quién conoce a Dayana Mendoza, pues gracias a mi maestro remc77, ahora pertenezco a las mayorías que conocen a tan insigne representante del tricolor patrio, porque en esa cuenta ¡tienen el Miss Venezuela 2008 íntegro y ahí fue coronada nuestra hermosa coterránea Dayana! Hay videos de Servando y Florentino, de Chino y Nacho, de ¡Olga Tañón!, de Franco y Oscarcito, en fin, lo que se llama una pléyade. Vi a un grupo llamado Arsenal con su éxito “Amor para tres” doblando de lo lindo en el programa juvenil Portada's, todo esto bajado de Venevisión. Los Productores Nacionales Independientes no se quedan atrás y están dignamente representados por “Te ponemos en las buenas”. Junto a tan variada programación no está ausente el mensaje ideológico y adoctrinador del régimen, hay un video de la serie “Saca tu cuenta” (uno solo), cosas en favor de la enmienda, unas güevonaítas de Ávila Tv y alguno que otro “Contacto con la realidad” de Vtv. Se me escapan cosas de Antv y vIvE y, creo que es todo. El video de treinta segundos es difícil de catalogar porque es tan malo que sólo se puede catalogar de eso, de malo, pero de muy malo. Aunque debo reconocer en honor a la verdad que la otra es dos veces peor ya que dura el doble. Cómo serán de malas que no tienen hasta el momento ningún comentario y en esa verga comentan hasta los vidoes de los bautizos.

Ya más de uno de mis once fieles lectores debe estar sacando sus cuentas y determinando una notable inconsistencia numérica en mi perorata, puesto que hablé de 1137 videos y no debo haber nombrado 20, contando el muy muy malo de 30 segundos de canar seta. El resto del millar de videos corresponde a tres novelas íntegras de Venevisión intituladas “La vida entera”, “Torrente” y “Los misterios del amor”, así como el último capítulo de “¿Vieja yo?”. La profundidez de los títulos de estas obras dramáticas me hicieron desistir de ver el contenido, seguramente denso, del mil y pico de videos. Aparte de lo anecdótico y lo mediocre de la selección del que aloja aproximadamente el 30% de la producción total publicada en Youtube de canar seta pareciera que no hubiera nada más, pero no es así, por lo que me permito elucubrar para olvidarme un poco de las posibles respuestas a “Los misterios del amor”. Resulta que los videos de remc77 son de una calidad profesional. Los marditos no se pixelan jamás y tienen un sonido impecable, por si fuera poco nuestro kitsch e incansable amigo sube videos todos los días, así que me pregunto ¿el tal remc77 no estará usando los equipos de canar seta para la poco loable labor de subir la programación de Venevisión al Aleph, digo, Youtube? ¿Serán esos espectáculos banales y adocenados el paradigma que quiere canar seta para las niñas y niños maracuchos como Sara? De verdad se me para el pelo.

Al principio anuncié que hablaría del destino de canar seta y no he dicho ni pío al respecto, así que aprovecharé para darle rienda suelta a mi grafomanía y seguir fastidiando a los valientes lectores que hayan aguantado todas estas cuartillas de futilidad.

Un pajarito me dijo que antes de las vacaciones judiciales a nuestro ya habitual huésped de este blog, Lolito, lo andaban buscando (no precisamente en un carro negro de antena larga lleno e gente e lente oscuro) para entregarle senda citación para que explique alguna que otra trácala cometida en el pasado más bien reciente. El caso está torpemente explicado en el artículo que ya escribí y en el que mostré documentos “perdidos” en una notaría que parece propiedad de la ya recordada Blanca Ibáñez. El que no lo haya leído, que aproveche y no lo lea, pero que pregunte cómo es el maní entre la notaría, Lolito, los empleados de la notaría que “trabajan” además en canar seta y la misteriosa desaparición de documentos forjados con firmas falsificadas por Quiela y Quenia.

El solicitado por la justicia Lolito no está en Venezuela sino en España estudiando, aprendiendo y luchando. Primero en el deporte y primero en el estudio. Como el asunto no tiene que ver ni con un muerto ni con un crimen de lesa humanidad a Lolito no lo van a extraditar ni nada de eso, pero los que se quedaron en el suelo patrio sí van a tener que responder. En estos días andan con eso que tienen en el lugar donde van las caras, descompuesto y echándole la culpa, como es ya la tradición en canar seta, a los demás; diciendo que les quieren quitar de manera vil y cobarde el único canal comunitario que no transmite programación, que les quieren robar su elefante blanco. Tengo entendido que hay, además, una demanda de algunos milloncejos y todo ad portas, como se dice en el idioma oficial de América Latina, el latín. La justicia es lenta, pero Los Aburridos somos más aburridos y más lentos que cualquier justicia, sea ésta lo injusta que sea. El largo brazo de la dama ciega acecha con su espada a los tracaleros y mentirosos de canar seta que no aplicaron en Fundayacucho y quienes deberán, irremediablemente, buscar trabajo y, lo que es peor, trabajar.

El comité de redacción de Marditos Todos no quedó convencido acerca de la superioridad de la brutalidad sobre la fealdad de Quenia y Queila así que tuve que buscar un argumento más contundente y que involucrara a las dos por igual. De más está decir que lo encontré. Las especímenes nombradas antes tienen un asesor legal en el viejo continente, uno que no va a ser importunado por citaciones judiciales, escabinos o alguaciles. Las animalitas tienen como consejero al mismo que las metió en este verguero, ¡sí! El mismo Lolito, el que actualmente en la madre patria seguramente realiza sesudos diagnósticos sobre la democratización del espacio radioeléctrico desde los muy respetados archivos de Sevilla, busca tiempo y les dice a las mostrencas lo que deben hacer. Todo esto mientras se ve obligado a huir del antisemitismo del dictador Chávez y del terrorismo palestino militante de Hindu Anderi. Pero lo que las hace brutas sin remedio es que ¡le hacen caso!

Quiero sin embargo y a pesar de todo enviar un caluroso abrazo a los obreros y técnicos (dudo mucho que haya participado un ingeniero y lo de técnicos lo puse por siácala) que instalaron los equipos que no funcionan. A veces pienso en la programación que mentes tan brutas y mediocres pondrían en el aire y me alegra que exista esa alianza de clases para el desatino y la ineficiencia. Sería insoportable una programación de esas lumbreras del fascinante mundo de la televisión. Es más llevadero, a la final, que los equipos y los recursos se malgasten o se pierdan, pero no es lo ideal.

Para despedirme y dejar en paz al que haya llegado hasta aquí (dudo mucho que alguien lo haya hecho), me referiré a los videos de Sara. Me parece un agravante de muy mal gusto (a lo mejor me equivoco, se podría debatir el tema) que compartan escena con el de canar seta. Tengo entendido que ninguna persona de canar seta lee este blog (lo que muestra en ellos un rasgo muy básico de inteligencia) así que no existe el riesgo de que lo quiten, pero como el mal siempre acecha decidí bajarlos y tenerlos por si acaso a remc77 le jalan las orejas desde alguna institución defensora de los derechos de los niños y se los hacen quitar. Si los quitan, avisad, que a mí nada me cuesta volverlos a subir. No crean que lo hago por joder a Sara, otra víctima de canar seta; el video está tan pixelado y tan movido que la fisionomía de la niña no se percibe, pero lo que dice sí está clarito y, como dicen por ahí, uno es dueño de lo calla y esclavo de lo que dice.

Tengo abandonado el blog, pero el lunes os espero con el mejor artículo (qué gracia, lo malo que es el resto me la pone fácil) de estas, no me canso de repetirlo, gloriosas páginas. El peo está formao en el féisbuq y le pueden echar un vistazo, mi perfil es público. Para adelantaros algo de lo coñoemadre que viene os digo: es un lío de más de diez mil bolívares fuertes: imagínense cómo vengo: con todo.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Recontrarrequetecuatrimegamardisionistas

Durante mi largo y árido exilio en eslavas tierras compartí el cuarto que tan amablemente me cedían los polacos con un palestino. Aclaro que la amabilidad era también con Waleed (que se pronuncia Ualid) porque se trataba de una habitación para dos personas, sólo que solo vivía antes de la llegada de Waleed y la amabilidad era conmigo solamente.

Waleed es un nombre muy común entre los árabes así que entre ellos lo apellidaban Shatila, porque mi pana Waleed venía de Shatila, un campo de refugiados palestinos en las afueras de Beirut, sitio donde se llevó a cabo una masacre de unas 6.000 personas (suena así muy coñoemadre hablar de “personas” cuando uno habla en realidad de 6.000 historias, con un millón de variantes cada una, de niños, mujeres, ancianos, 6.000 panas que estaban desarmados) los días 16, 17 y 18 de 1982. En esos días Waleed estaba refugiado ahí.

Él me contaba unas vainas que, a mí, que soy reconocido como un duro sin sentimientos ni corazón, me hacían llorar. Ese carajo no sabía lo que era comprar algo en la tiendita de la esquina porque en los campos de refugiados de la onu está prohibida cualquier actividad económica: uno se viste con la ropa que le da la onu, come la comida que le da la onu, es vacunado y atendido por médicos europeos en tiendas de campaña de la onu, en fin, mi hermanito Waleed estaba en aquellas latitudes becado por la onu. Les juro que la arrechera que le tengo a la onu viene de esas conversaciones.

En el sitio donde estudiábamos había gente de todo el tercer mundo, africanos, asiáticos, latinos y europeos del mundo “socialista”, pero entre cada raza se veía la lucha de clases: uno se daba cuenta de una vez quién era de plata en su país y quién no; quiénes eran los sifrinos y quiénes los pata en el suelo. Entre los palestinos, Waleed era de los más pela bola, pero tenía el aura del mártir porque durante la masacre fue herido en las piernas, así que los palestinos de la diáspora lo querían que jode y los que tenían más billetes le brindaban lo que él quería. Él nunca pedía nada ni aceptaba casi ninguna invitación a salir del edificio en que vivíamos. No recuerdo haberlo visto más de cinco veces, en el medio año que nos conocimos, en la calle. Es que ni la nieve, una vaina que embruja a todos los subdesarrollados y los obliga a tirarse en ella, tocarla sin guantes, probar a qué sabe y hacer una bola de nieve, lo hacía salir para la calle. Toda su vida había vivido en un barrio del que no podía salir, un barrio de la onu.

Desde el principio me hice muy pana de Waleed porque siempre he estado del lado de los palestinos. Uno que es chavista pre-Chávez se educó en su casa con simpatías hacia los palestinos por lo que apenas conocí a uno, mártir po añadidura, me hice muy pana del chamo, así que aprovechando esa amistad me hizo una proposición indecorosa: que le vendiera mi pasaporte por 2.000 dolaretes.

Les advierto que ésa era una cifra astronómica en aquellos años en ese y en cualquier país de Europa oriental por un pedazo de documento que en la embajada costaba, en el caso de los venezolanos, 80 verdes. Así que la pregunta obligada fue qué tenía de malo su pasaporte que ofrecía tan exorbitante suma por el mío. Me enseñó su pasaporte, un papel amarillo con muchos sellos y estampillas, con las huellas digitales de sus diez dedos, escrito en hebreo y que sólo le servía para viajar desde Polonia hasta Beirut. Sus planes eran viajar a Suecia con mi pasaporte y una vez allá pedir asilo político. Saqué mi cuenta: 1.920 dolarillos de ganancia y además participaba como cómplice de una acción en contra del sistema (tanto capitalista como “socialista”, porque la acción empezaba tras la cortina de hierro y terminaba tras la cortina de hierro, pero del otro lao); sin embargo había algo que no me cuadraba, así que regateé el precio ofrecido en los siguientes términos: mi pasaporte por los 80 dólares que me costaba en la embajada, pero me dejaban estar presente cuando lo falsificaran, y es que a mí con una de las pocas cosas que no me pueden comprar es con dinero. El documento amarillo de una página impreso por los dos lados que identificaba a Waleed estaba incompleto: le faltaba un sello, el sello de la ignominia. El sello de la onu.

Su respuesta fue un rotundo y escuálido NO, ante mi enmendada pregunta de por qué no podía estar yo, un insospechado de atentar contra la seguridad de nada ciudadano venezolano, de apena 23 años, respondió con un más escuálido NO es NO, es más, ni se lo iba a decir a los palestinos que eventualmente le financiarían el tan anhelado para él, justo es subrayarlo, pasaporte, que eran unos carajos con cobres que vivían seguramente en Kuwait, Omán o Arabia Saudita no como refugiados, pero sí como ciudadanos de segunda con sueldazo de ciudadanos de la diplomacia de la onu.

Yo insistí con la vaina hasta que el ladillao Waleed (porque para él, ese pasaporte azul escrito en español era lo que podríamos llamar un pasaporte a la libertad) consultó con sus sponsors. Los tipos le hicieron un riguroso interrogatorio sobre mí, porque cualquiera en su sano juicio hubiera agarrado sus dos lucas verdes y si te he visto no te conozco. Por otra parte un pasaporte venezolano era muy atractivo porque no despertaba ninguna sospecha, lo que hacía muy tentadora la oferta. Lo cierto es que un día me dijo que Arafat iba a visitar Polonia para abrir una embajada de Palestina, acto simbólico que querían hacer los polacos cuyo sistema “socialista” ya estaba en las últimas y todos, incluido Arafat, lo sabíamos. Podría ver de cerca de Arafat, bueno, no exactamente, me interrumpió Waleed, lo vas a saludar con tres besos como todo macho que se respeta y cada beso tenéis que decirle tales y tales (no me acuerdo, han pasado muchos años) cosas después de cada beso. Y así fue, colado entre el grupo de estudiantes palestinos, besé tres veces a Arafat.

Un mes más tarde vi cómo falsificaban mi pasaporte, cómo le cambiaban la foto, cómo le quitaban el sello a la foto mía y se lo ponían a la foto de Waleed, cómo despegaron la calcomanía transparente que recubría la página de los datos personales y la foto. Todo entre tragos de Jack Daniel’s y con mucha música en un apartamento lujosísimo que pagaba con petrodólares uno de los patrocinadores de la operación ilegal. Sin embargo lo que más me sorprendió fue que el falsificador era el más gris y pajúo y agüevoniao del grupo de los palestinos, todos le mamaban gallo, pero era un verdugo en lo de las falsificaciones y en ese momento todos lo trataban con mucho respeto. Terminada la maldad, el acaudalado palestino que debía pagar mis 80 machacantes me dijo que lo mínimo que él me podía paga eran 200 dólares y que con mucho gusto me daba los 2.000 ofrecidos antes de mi regateo y me los enseñó. Como era de esperar, el guevarista que algunos llevamos por fuera agarró los 200 verdes para no ofender y, antes de irme, el palestino me dijo muy en serio que desde ese momento éramos hermanos, que yo era palestino como ellos y me dio tres besos.

Waleed se fue para Suecia, apenitas llegó pidió asilo político y nunca más lo volví a ver, pero ese carajo es mi hermanito y lo que pasó en Gaza, no joda, me la hicieron a mí también, así que entiendan ese detallito porque me voy a poner odioso a partir de ahora. Por eso mismo es que esta crónica está tan seca y sin gracia: desde diciembre ando odioso con lo de Gaza.

Para empezar, hay palestinos y palestinos; los hay que viven en Gaza, en Estocolmo, en Buenos Aires, en Trípoli o en Jerusalén, porque en Israel viven palestinos también y militan en el “Partido Comunista Israelí”; los hay con cobres y los hay pobres y, entre ellos mismos no hay solidaridad porque la lucha es de clases; en Venezuela la diáspora palestina que tiene negocios explota a sus trabajadores de la misma manera que los productos que deberíamos boicotear “porque se fabrican con sangre palestina”, o algo así; esa diáspora millonaria que felicita a Chávez por romper con Israel convive con los escuálidos, tiene cachifas y educa a sus hijos en los valores del capitalismo y del consumismo; pero, ojo, también los hay pelando bola y matando tigres donde aparezcan, muy honestos, incapaces de explotar a otro ser humano, sinceros, buenos ciudadanos, en fin, palestinos chavistas. Yo me solidarizo solamente con los segundos, con los que son como uno, con los seguidores del Chino Valera Mora palestinos. En las marchas en solidaridad con el pueblo palestino uno ve entre los marchistas gente con cobres que sólo está al lado de los pobres del mundo, con los que quiero mi suerte echar, de manera si se quiere casual, porque ni ellos frecuentan los barrios de uno ni uno los centros comerciales de ellos. La lucha es de clases, claro que Sí.

Algo similar ocurre con la mayoría de nuestros diputados “socialistas” a la Asamblea Nacional: sus hijos viajan a Mayami, tienen cuentas en dólares, se pagan sueldos de la onu, en fin, viven en una perfumada burbuja de privilegios, pero a la vez son bolivarianos, guevaristas y hasta comunistas, que de sus propios labios lo he oído, qué asco. La lucha es de clases, en este caso lo peorcito de la clase política contra los sectores decentes de lass demás clases. Su contribución al pueblo palestino no es más que una condena, verbal y por escrito, a Israel. Deberían donar, cada uno, un mes de sueldazo de la onu a los panitas palestinos en vez de hablar güevonadas y firmar papeles con tremendos membretes y sellos muy parecidos a los de la onu.

Entre los palestinos que conocí entonces había un venezolano muy admirado. Se sabían su biografía con lujo de detalles: fecha y lugar de nacimiento, estatura, nombre completo y profesión de los padres… todo. Ese notable compatriota era nada más y nada menos que El Chacal. No voy a ocultar mi por todas partes manifiesta admiración por ese insigne compatriota, cosa un poco desagradable para el común, que rechaza el terrorismo y respeta las resoluciones de la onu. A ese mismo común, junto a las resoluciones de la onu, se las pasa por el culo Israel mientras aplica el terrorismo. Las resoluciones y los tratados que no consideran el envío de armas como humanitario deben ser irrespetados y enviarle a los panas palestinos armas pa que se defiendan y pa que recuperen sus territorios, para ellos los fusiles son tan necesarios como el agua, de la que por cierto, también los privan. Recuerdo que cuando la guerra en Nicaragua contra la rata pelúa de Somoza muchos gobiernos enviaron armas a los sandinistas, incluida la no menos pelúa rata de CAP. Si comparamos ambas guerras, de bolas que los palestinos se merecen apoyo militar para obligar al invasor a respetar acuerdos nuevos, por Dios que no sean los de la onu, o a irse para el mismísimo carajo.

Un elemento de la resistencia en contra de las agresiones de Israel desde la comodidad de nuestros aires acondicionados y ropita bonita, es boicotear algunos productos que financian algunas cosas que permiten el genocidio. Esas acciones de boicot tienen sus bemoles que las hacen desde la óptica de Gaza, pero sobre todo mientras bombardean, muy ridículas y hasta, lo que llamamos en Maracaibo, odiositas. Para empezar pareciera que el boicot dura mientras duran las agresiones; mientras el fósforo blanco cae en Gaza no se puede comer en Mac Donalds, no se puede usar Wella-Pon y otras prohibiciones más. De todo esto lo que causa más estupor en mi anémico corazón es cuando oigo que alguien dice que alguna cosa se fabrica con sangre palestina, les juro que a veces lo escucho. Hay, sin embargo, unos productos que parecieran ser imboicoteables. Nunca he escuchado sobre las relaciones que puedan haber (que las debe haber, nojoda) entre la Ford, la Chrysler, la GM o la Chevrolet con el gobierno israelí, al parecer hay un “con mi carro no te metas” que va más allá de la solidaridad con los palestinos, la verga tampoco es pa tanto. Siento una voz que me dice que los carros gringos son ensamblados con sangre palestina.

No dudo que alguna que otra compañía cervecera igualmente tenga suficientes manejos financieros con el Estado forajido de Israel como para ser boicoteables, pero la aplastante y arrolladora mayoría de nuestras filas revolucionarias no se anota en ese boicot ni que les bombardeen las casas a sus hijos. Uno los tiene que soportar en las marchas, recién bajaditos de sus camionetas 4x4, disfrazados de las versiones tropicales de Arafat con sus flamantes franelas del Ché, eso sí, pero con gomas Nike y ¡pantalones Levi’s Strauss originales! Ni siquiera tienen la delicadeza los marditos de comprarlos pirateados o chimbos.

Por cuestiones de trabajo me comunicaba casi diariamente por teléfono con una mujer que está en Gaza, durante los días del genocidio. Me contaba los horrores producidos por Israel, de las armas desconocidas que usaba y de la soledad de un pueblo que ve al mundo no hacer nada para detener esa masacre. La mujer se llama Ewa Jasiewicz y evidentemente no es palestina sino polaca y me dijo que está muy bien eso de organizar marchas y concentraciones en Copenhagen, Los Ángeles o Seúl, lo malo es que las bombas caen en Gaza y con esas marchas y demostraciones, muy solidarias y todo, no detienen todo el horror que siembra el ejército de mierda de Israel. Siempre me trató con cierta desconfianza hasta que un buen día le di una buena noticia (es en serio, en medio de un bombardeo constante, lluvia de fósforo blanco y armas desconocidas, se pueden dar buenas noticias): Chávez rompió relaciones diplomáticas con Israel. Se hizo un silencio del otro lado del teléfono y la pobre mujer no me entendía lo que le acababa de decir, así que se lo tuve que repetir tres veces hasta que lo entendió. Acto seguido se lo repitió varias veces en voz alta a los que estaban con ella y me dio las gracias.

Las siguientes llamadas me respondió con una confianza y una amabilidad que ni les cuento. Con lujo de detalles me narraba cómo estaba la situación y me transmitía noticias en pleno desarrollo, como dice el más fuerte que el odio y Blanca Eckhout juntos, Wálter Martínez. Por culpa de Chávez pasé de ser un carroñero de la información, de los que llaman, preguntan, escriben una nota periodística y se olvidan del sufrimiento transcrito, a ser un joven e intrépido reportero de Venezuela, el único país de este planeta de mierda que expulsaba al mardito embajador judío de Israel y rompía relaciones diplomáticas con los terroristas que le caían a bombas a Gaza diariamente. La pobre Ewa no entendía por qué Chávez tomó esa decisión, tan lógica por demás, si Venezuela no es un país musulmán, ni tiene relaciones “históricas” con Palestina, ni tiene problemas con los marditos sionistas y que debe tener mucho que perder por esa decisión, tan lógica por demás. Polaca y en Palestina, ¿haciendo esa pregunta? Por las mismas razones nos metimos muchos en este peo, por chavistas (no son suposiciones de este humilde servidor, la propia Ewa se declaró chavista de la línea dura). También podría decir que se venezolanizó porque de la manera más cándida me pidió, con el mismo tono ingenuo de mucha gente que logra comunicarse con La Hojilla®, que le arreglara una entrevista con Chávez…