miércoles, 28 de octubre de 2009

Mardita Justicia, te quedaras ciega...

Mi compadre Withfáther y este servidor solemos mamarle gallo a todo el que se nos atraviese con la frase “Chávez va a acabar con este país”. De tanto repetir y saborear la frasecita le hemos buscado sus interpretaciones y lecturas así que con toda propiedad podríamos decir que es ése el lema de la gloriosa organización de brasas El Rincón de los Aburridos®. Insto a Juancho Sotillo a que revele cómo se diría en latín Chávez va a acabar con este país, para ponerlo como lema de la gloriosa organización en el escudo que próximamente haremos diseñar por medio de un concurso público y ad honórem, como es debido. Lo cierto es que tenemos que ayudar a Chávez a acabar con este país, pero no a la manera de las compañías mineras que invaden la sierra de Perijá o las compañías petroleras en la faja del Orinoco sino a acabar con el país de la corrupción, de la impunidad, del racismo, de la exclusión y cuanta mierda de ésa exista en las relaciones del güevón pelabola como uno y el Estado mesmo. Recuerdo, por si acaso (hay mucho mardito por ahí suelto desprestigiando al más pintao. Ya a mí, que soy un ser anónimo y gris y que a la únicas organizaciones que pertenezco son el Psuv y El Rincón de los Aburridos® y todas sus subsidiarias, ya me acusaron de ser espía de Provea. En este caso supongo que lo hacen para desprestigiar a Provea, cosa que me parece muy bien, pero podrían buscarse a otro güevón), que el Estado mesmo y Chávez no son la misma cosa, sobre todo tomando en cuenta que en la República Bolivariana hay la bicoca de ¡cinco poderes! Desde estas, no me canso de repetir que no me canso de repetirlo, gloriosas páginas mantenemos la postura firme y erecta de con mi Chávez no te metas. Cuidao con una verga.

Hay tres temas que evito discutir con desconocidos, sexo, religión y política. En los dos primeros temas pareciera haber consenso intergaláctico, pero en lo referente a la política la cosa se torna más flexible. Cuando me toca un caso patológico de mardito que insiste e insiste en hablar de política (en principio trato de evitar estos escarceos nada amorosos porque me conozco y sé que me puedo poner pesao y desagradable) apelo a mis fragmentarios y muy precarios conocimientos de historia de Venezuela y con eso los enredo y les mamo gallo. Además cuento con mi experiencia vital en Barrio Adentro, Misión Sucre, Misión Cultura y cuanta forma de acabar con este país se le ocurra a Chávez. Tengo mucho pana chavista que ni de verga se aparece por un consultorio de Barrio Adentro ni por un CDI, ni que lo lleven emburrundangao; los hay que se quejan de los horrores odoríficos del metro a las horas pico con ese poco e negro sudao y apretujao, los que beben güisqui y paro yo de contar porque me voy del tema y las crónicas me salen como de 4 páginas a tamaño 12 y eso no hay quien se lo cale. Lo cierto es que hay mucho funcionario (desde que accidentalmente y en contra de mi voluntad habito en la capitalera y capitalista Caracas he visto con asombro lo que puede llegar a ser un funcionario si se lo propone) reconstruyendo y restaurando este país que junto a Chávez nos empeñamos en destruir, el país de la mediocridad, del chanchullo, el país sin imaginación. Con el poder que muchas veces detentan los funcionarios marditos, atropellan y joden al que se les atraviese sin ninguna consecuencia por sus comprobadas arbitrariedades. Fíjense lo que pasó últimamente con mi compañera de partido Mairim, la coñaciaron, la mantuvieron casi un mes presa y sobreseyeron su causa, pero ¿y los coñaciadores? Ningún funcionario, por cierto, dijo que se abrirían investigaciones ni nada, dijeron en cambio que ningún funcionario (a la final todos son funcionarios) había torturado a nadie, que los detenidos se lo merecían por malandros y que el estado de derecha, perdón, de derecho imperaba en la república. Si eso ocurrió en Caracas, qué no puede ocurrir, por decir un ejemplo totalmente malicioso y tendenciero, en la sierra de Perijá en territorio ancestralmente yukpa.

Los hermanos indígenas, como se sabe, son víctimas de un racismo atroz e incongruente con los principios básicos de cualquier revolución, sea ésta pacífica o verdadera. Sería interesante saber qué proporción de la población carcelaria ocupan los hermanos indígenas, algunos funcionarios quieren sumar a Sabino a esas racistas estadísticas. En mi Maracaibo florido, a orillas del Coquivacoa, los wayuu son un claro ejemplo de lo que hablo. Para ellos sólo hay unos pocos oficios, siempre serviles y duros, cachifa, albañil, jardinero, vigilante privado, buhonero, chofer de bus, colector de bus. En Pdvsa no los contratan de nada, absolutamente de nada, cosa que se puede comprobar en cualquier dependencia de la petrolera en Maracaibo. Ese de nada es muy relativo, porque seguramente buena parte de la interesante nómina de Pdvsa contrata con sueldos de mierda a cachifas y albañiles, mientras que sus carros son cuidados por un wayuu con escopeta y uniforme de colegio militar. Fuera de la ciudad la cosa empeora y ya la cosa se va volviendo tierra de nadie donde puede pasar (y pasa) cualquier cosa.

Este racismo contra los indígenas es tan escandaloso que da más asco que el empleado alguna vez por los ingleses y holandeses en Suráfrica. Las visitas a las comunidades indígenas debe hacerse con comida para darle a los desnutridos aborígenes. La situación ha empeorado desde los tiempos de la invasión encabezada por Colón, cuando él llegó los habitantes le ofrecieron comida y obsequios al almirante cuya tripulación venía de lo más escoñetada y desesperanzada. Me pregunto si en Caracas se calarían al secretario general de Bandera Roja como funcionario del gobierno nacional como es el caso de Mauro Carrero en la Comisión de Demarcación de Tierras Ganaderas (ni de verga se va a poner la rata ésa de parte de los indígenas ni de sus tierras), pero en territorio yukpa esto ocurre sin problema porque total, son indios, gran verga. Como ando con el tema carcelario atravesao me pregunto cuántos blancos hay en la cárcel por haber matado a indios. Supongo que el caucásico tendría que ser muy pobre y el indígena muy rico para que esa situación se dé, si es que se ha dado alguna vez en nuestra convulsionada historia política republicana. No creo que haya dado ni un caso porque de haber sido así la gente lo recordaría y formaría parte del refranero popular. He visto cómo muchos funcionarios los maltratan, les maman gallo, los excluyen y los ignoran. En Maracaibo, frente a Panorama, Delicias con Padilla, como quien dice, están diariamente mujeres indígenas, no sé si yukpa o barí, con un verguero de chamos de todas las edades, pidiendo limosnas. Los descendientes de los mismos que tenían perlas y su bling bling de oro cuando Colón llegó a cagarla, pidiendo limosnas, descalzos y llenos de escabiosis. Definitivamente la situación les ha empeorado, pero aunque nadie lo imagine, puede empeorar aún más.

La frase “por culpa e Chávez” ya forma parte de la imaginería popular y es la respuesta hasta para la sequía o las inundaciones. Pero a veces ocurren eventos que sí son culpa e Chávez y uno ni percibe que así sea, el ejemplo de lo que está aconteciendo en territorio indígena en el estado Zulia es culpa e Chávez. Él dijo que entre ganaderos e indígenas se ponía de parte de los indígenas y que la explotación del carbón no iba, a menos que le demostraran que no impactaba en el medio ambiente. Dicho esto, tanto los panas indígenas como los ecologistas chavistas recalcitrantes y del ala extrema nos pusimos la tarea de hacer cumplir el mandato del camarada Chávez, autor intelectual de todo este peo, que no es más que el peo del carbón y el de la demarcación de territorios indígenas. Qué más puedo hacer yo sino exigirle a los funcionarios que hagan lo que el comandante dice, que dejen de sacar el carbón, que saquen a los ganaderos, que no les paguen bienhechurías un coño a esa cuerda de asesinos, que nos pasemos por el forro el estado de derecha, que acabemos con este país.

El caso de Sabino para el pelo. Para empezar la más alta distinción que se le puede hacer es llamarlo simplemente Sabino, sin el hermano, cacique o maestre de campo. Su papá, un señor de más de 100 años, fue asesinado por órdenes de los ganaderos. De esto hace poco más de un año. El motivo del asesinato, no me lo van a creer, fue el robo de ganado, el abigeato. Desde hace bastante tiempo que andan con el güevo del abigeato y no demuestran ni comprueban nada, pero la acusación persiste y cada día como que tiene más fuerza. ¿Se imagina alguien de la ciudad o del campo que su casa sea allanada seis veces al mes y durante un año y nunca consigan nada y la cuestión continúe? Un momento, diría uno, aquí hay una constitución, unos derechos y hasta el funcionario más arrecho tendría que desistir al cuarto allanamiento. En territorio yukpa no hay güiro, como decimos en Caracas. El ejército llega a la hora que le da la gana en busca del ganado de los amitos y nunca lo encuentra pero Sabino no tiene los mismos derechos que los demás, así que lo ladillan y ladillan. Lo han acusado de manera pública e irresponsable de violador, pero quién ha visto indio con derecho a su honor y a su dignidad. Injuria sería en otro caso, bueno, en otro cualquier caso que no incluyera a un indio de mierda como presunto agraviado. Lo de presunto es un recurso barato mío para darle como más peso a la oración, pero de presunto no tiene un coño, lo llamaron así mismo, violador, ladrón de ganado e invasor de fincas; es como si en el gobierno de Bush le dijeran terrorista, pa Guantánamo iba a dar el indio de una.

Ahora a Sabino se le suma en el expediente forjado el cargo de homicidio agravado con alevosía, ventaja y en descampado. Mientras perdéis el tiempo leyendo estas líneas, Sabino está en una guarnición militar, incomunicado, con la misma ropa que tenía cuando salió del hospital y sin poder hablar con sus abogados ni familiares. En estas dos oraciones se ha violado por lo menos la mitad de la Constitución Bolivariana, por la que no me consta haya votado Sabino, pero yo sí. Tienen encanados a otros panas yukpas de la gente de Sabino a quien han de quitarle nuevamente su tierra, así como se la quitaron a sus ancestros no tan lejanos. Hay todavía dos prófugos y, según lo que se filtró del canal más pavoso de la bolita er mundo, vIvE tebé, están acusados por instigación a delinquir. Según el no menos pavoso ministro Tarek se trata de dos hermanos indígenas, pero se trata de dos hermanos que parecen indígenas por su terquedad, su paciencia y la claridad en sus objetivos y, la certeza de que trabajan por la justicia aunque ésta se les ponga en contra. Quieren encanar a Lusbi Portillo y a Kely Amundaray, que no son indígenas pero tienen una cara e guajiros malandros que no se las brinca un venado. Lo de Lusbi si se quiere se explica, tiene todos los años del mundo acompañando a los yukpas en sus luchas; ha sido acusado de agente de la Cía, de anarquista, de agente de oscuros intereses, de terrateniente (esta acusación fue de lo mejor, Lusbi propuso entonces que le demostraran dónde tenía las tierras que él se las dejaba expropiar y no exigía ni bienhechurías), de trabajar para una empresa carbonífera que no resultó favorecida, con razón, en un licitación y de lector de este blog. Lo de Kely ya me parece totalmente traído de los cabellos, no es de las más marditas ni incontrolables del grupo (aclaro que también pertenezco al círculo de panas de ambos y que si bien somos incontrolables, no somos descontrolados, casualmente, nuestra común incontrolabilidad va por los mismos lados, la de acabar con este país) que acompañan más activamente a los panas yukpas. Cuando acusan a Chávez de cualquier mariquera, como que está generando una carrera armamentista con bases gringas en Colombia, todos lo defendemos. Cuando los acusados son unos indios que como que no aparecen en la constitución, nuestros dedos siguiendo la impronta de los que trajo Colón, los señalan, los acusan y los condenan.

La acusación a Kely y a Lusbi me parece, además, racista. Los indios no son capaces por sí solos de organizarse y tomar sus decisiones soberanamente, tiene que haber algún elemento de inteligencia del que ellos carecen, así que eso tuvo que ser obra de elementos exógenos, de gente blanca o por lo menos culturalmente blanca. Estos agentes de la Cía buscan desde impedir que se exploten las riquezas minerales para que los gringos se queden con ellos, hasta que están involucrados con el narcotráfico, todo eso mientras engañan a los ingenuos hermanos indígenas con el cuento de tierras ancestrales, educación intercultural bilingüe o Misión Cultura.

El racista se odia a sí mismo, cosa que queda demostrada con el caso de los yukpas. Seguramente los funcionarios que tratan de silenciar el problemón que hay en sus tierras y hacen todo lo posible por sabotear y engañar, están de acuerdo con el Ejército Zapatista, se desgarran las vestiduras por los mapuches, están en contra de la masacre en Pando y a favor de los indígenas peruanos que fueron masacrados por la gente de Alan García. Las luchas de Méjico, Chile, Perú o Bolivia sí pueden ocupar primera plana y tiempo televisivo, Sabino es acusado a las 4 de la madrugada sin intérpretes y confinado en una instalación militar. De eso no habla nadie en Vtv, mucho menos en vIvE y el manto del silencio cayó sobre Ávila Tv: la línea es no se puede hablar de los yukpas del coño esos, ustedes no entienden políticamente la naturaleza del problema, dejen eso así y cállense. Preferimos mostrar los indios de afuera a los nuestros propios y autóctonos, los problemas de nuestros hermanos indígenas venezolanos nos son más ajenos que los de los hermanos indígenas peruanos, chilenos, bolivianos o mejicanos. Sabino está preso y las tierras de sus antepasados a merced de los asesinos watías que como zamuros deben estar volando bajito. No sé si alguien se ha preguntado qué pasa cuando el cacique se ausenta pero sigue vivo. No creo que los yukpas tengan prevista esa eventualidad ¿el cacique preso?

El juicio que le tienen montado a Sabino hace temblar de envidia a los que han sentido en carne propia lo lenta que es la justicia. Pongo por ejemplo el juicio del pueblo de Maracaibo representado por mi compadre Withfáther contra Canal Seta: lleva años y años y ni el juicio comienza (ya hay carteles de citación y todo), ni el canalcito sale al aire. Por cierto, cuál será la posición de la invisible estación televisiva comunitaria de Maracaibo en relación a la mala suerte inducida del cacique Sabino. A la dignidad la acusan en un idioma extraño, jueces extraños y racistas disfrutan perversamente de la justicia, cuerpos policiales corruptos y paracosos encuentran y recolectan las pruebas en su contra: el padre De las Casas debe estar de parte de Sabino, las cosas no han cambiado mucho si descontamos lo de la comida ofrecida al mentor de los ganaderos, Cristóbal Colón.

Confieso mi total desconocimiento de las simbologías, usos y costumbres de mis panas yukpas pero tengo serios indicios de que ellos resuelven algunos problemas a coñazo limpio. Dos carajos desarmaos se caen a piña hasta que se cansan y se van, la vaina es medio salvaje y primitiva, pero es una costumbre de ellos y hay que respetarla (confieso que no me parece mala la idea y que deberíamos pensar seriamente en adoptarla, por lo menos, en el derecho laboral) y no permitir que venga cualquier güevón a decir en el primer blog de mierda que uno se encuentra que es una costumbre salvaje o primitiva. Cuando a Sabino lo visita el ejército acompañado de pacíficos funcionarios (para esta ocasión armados y con los hierros bien visibles) para preguntarle por el ganado robado, extraviado o perdido de los amitos, el hombre se aparece con una corona de plumas, la cara pintada de negro, arco y flechas de guerra. No sé qué significa toda esa simbología ni por qué la emplean pero sí puedo hablar de su franela, porque Sabino no anda con el torso desnudo sino con una franela que dice UH AH Chávez no se va, una franela que no se parece en nada a las que salen en la tele cuando hay marcha: nuevas, planchadas e impecables; la de Sabino está descolorida, curtida y con el cuello estirado. La gente que lucha por los ideales del Ché y sus maestros no tiene mucho gusto para vestirse y tengo entendido que Chávez es uno de ellos. Sospecho que el problema se reduce a la manera de vestirse y los sastres del gabinete que hacen los trajes de la sierra de Perijá, más que malos sastres son peores desastres.

Para terminar de una buena vez con esta perorata redundaré en lo del racismo contra todos los indígenas en general y contra Sabino y su gente en particular. Los acusan de abigeato, buscan las vacas y no aparecen. Lo vuelven a acusar, vuelven a buscar las vacas, y de nuevo no aparecen ¿se imagina algún citadino que la policía le allane la casa en busca de un carro robado, no aparezca y sin embargo regresen cada vez que les dé la gana a buscar el cuerpo del delito? Me enteré que eso se llama, en las ciudades, hostigamiento; en territorio indígena, en todo caso, no se llama así, pero ocurre tantas veces como a los ganaderos se les ocurra difamar e injuriar (esos delitos están tipificados también en las ciudades) al nunca presunto inocente Sabino. Agrego que todo el procedimiento se hace en el idioma, según las leyes, usos y costumbres de los watías, de los invasores.

La crónica pasada dije que por razones que no iba a comentar compartí con mis panas Gloria Jusayú y Sabinito. Me veo en la obligación de comentarlo por culpa de los marditos watías; gracias al invasor los indígenas no tienen ni privacidad. Exactamente la semana anterior al nefasto Día de la Raza empapelado de títulos de tierras chimbos, estuvieron haciendo un curso en el Cenac, actividad de la que hay constancias, fotografías y certificados. También hay registros del hotel en el que los trataron como ya dije: hijoepúticamente paternales. Se regresaron por tierra así que en la empresa de transporte deberían tener otras constancias de su estadía y permanencia en la ciudad de la que vienen todas las maldiciones para ellos ¡Coño e la madre! ¡Yo los vi y hablé con ellos! ¿Por qué insisto tanto en hacer público un asunto totalmente privado? No me lo van a creer, pero a Sabinito lo acusan de haberse robado, junto con su padre, las famosísimas 200 vacas de los amitos (ya hay rumores que revelan el tipo genético de los bovinos extraviados, son de la raza Gasparín) precisamente los días en que estuvo haciendo el curso en el Cenac, el Centro Nacional de Abigeos y Cuatreros, según la lectura de los ganaderos asesinos, de los marditos watías.

4 comentarios:

Romel dijo...

Marditos ganaderos de mierda... deberiamos comerlos asados, pero seguro son como carne de burro... dura, que me perdonen los burros por compararlos con los marditos ganaderos de mierda...

rafaguedez dijo...

Ve mardito. Me acabo de anotar como un mardito seguidor de este mardito blog.
Un abrazo mardito.

Patricia Ortega dijo...

Saludos,

Lo que más para el pelo de toda ésta situación problemática sobre la Sierra de perijá es que el silencio y la impunidad vienen del Estado mismo coño, entonces me pregunto ¿Cómo se hace para romper ese muro de silencio, esa injusticia? Si los canales del Estado se quedan callados, si los ministros se quedan callados, si el tema se convirtió en una especie de tabú o simplemente se defienden las posturas de los círculos de poder, mientras siguen jodiendo y jodiendo a los indígenas, insultándolos, imputándolos por falsas acusasiones, persiguiéndolos y matándolos, qué esperanzas hay? No basta con escribir en este blog, ni ser activistas, no basta porque mientras escribimos, mientras maldecimos allá la cosa sigue pelúa y nosotros estamos acá sin acciones que puedan generar un cambio, porque como dices somos unos pelabolas que podemos tener un verbo incendiario, que podemos hacer marchas, que podemos denunciar, paralear y vomitar toda la verdad pero no tenemos el poder de cambiar las cosas desgraciadamente, porque aun hay un abismo enorme entre nosotros, los pelabola, el pueblo, no importa del color que seamos y las acciones de cambio, proque resulta que aun las decisiones las toman un grupo pequeño, como la comisión de demarcación de tierra por ejemplo, mardita comosión ¿Quién lso designó? ¿Y por qué? menudo error carajo, seleccionar a gente equivocada para resolver los graves problemas de la Sierra, de los indígenas o es que los indígenas no tienen la capacidad de generar sus propios cambios. ¿Quién seleccionó a la Minsitra Indígena? ¿Por qué? Esa mujer ha sido como un títere inútil que se pinta la carita y reparte coroticos el día de la resistencia indígena para querer tapar el sol con un dedo como si fuéramos pendejos, como si los indígenas fueran tontos, ella misma ha tratado de cambiar espejitos por oro, un insulto para los grupos sociales que representa, y ¿por qué está allí? ¿Por qué ella y no otro u otra más comprometido? esos son los errores de nuestro gobierno y ojo digo gobierno porque Chávez es apenas un hombre, no es Dios, no puede serlo, pero su gobierno y quienes lo lideran son los representantes de su gestión y si esos líderes, algunos de ellos se comportan como unos marditos, si los medios de comunicación que representan al Estado y su ideología también se comportan como unos marditos y si nuestro Ssistema Judicial sigue siendo una mardición donde la justicia no existe, me pueden decir ¿Cómo coño vamos a lograr la transformación social que deseamos? ¿Cómo si nuestras herramientas están podridas? hay que sanear, cambiar, ser capaces de ser auto´críticos coño, es hora de accionar de verdad, de tomar el toro por los cachos y dejar la retórica setentista, que nuestro país tiene urgencias enormes que no pueden esperar, la burocracia nos está matando y las pasiones también. Y esto lo está escribiendo una "blanca" que de verdad me sa risa que usen esos términos en un país de híbridos de mestizaje puro, que acá nadie es blanco ni es indígena ni negro de pura cepa, estamos demasiado mezclados y deberíamos sentirnos orgullosos de serlo sin caer en las viejas y retóricas divisiones de "pieles y colores" propias de los gringos, nosotros no deberíamos sufrior de eso, menos el que se hace llamar revolucionario.

Betzabé dijo...

Nunca había leído un blog tan irreverente, me gusta. Creo que cualquier cosa que diga después de estos comentarios, ser{a nada