miércoles, 30 de mayo de 2007

Carbozulia y David Copperfield

David Copperfield haría desaparecer el polvillo resultante de la explotación del carbón. Desaparecería también el impacto ecológico. El contrato lo asignó el general Martínez Mendoza a dedo y sin licitación. A Marcelo el Grande y al Mago Mai, después que cada uno montó su respectiva cooperativa (salió en verso), los dejaron embarcaos. El sindicato de magos anunció una desaparición en pleno de su directiva, así como lanzamientos de conjuros, mardiciones y hechizos junto a sus homólogos yukpas y baríes. Parece que todo dio resultado y Chávez mandó a los carboneros, según un corresponsal español, “a tomar po el culo”. Esta frase siempre me ha intrigado porque tomar por el único güeco que ni toma ni mea es impensable para mi árida imaginación. Bueno, lo cierto es que el negocio del carbón no va. Ahora, el veto levantado en contra de los que lucharon para que eso se diera persiste. En corpozulia o sus subsidiarias no les dan trabajo ni les aceptan un proyecto, pero lo que se llama ni con las nalgas de Billy Queen. Como siempre, tuvo el mismísimo Chávez que meterse en los problemas que le arma su propia gente. Si lo dejaran trabajar…

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